En plena batalla por lograr los últimos billetes para los playoffs en la Conferencia Oeste, los Nuggets visitaron el FedEx Forum de Memphis, donde los Grizzlies sumaron la undécima victoria consecutiva como local (100-92) que les permite mantenerse en la octava posición, aunque empatados con los Suns (novenos) y a medio partido de los séptimos, Mavericks.

Para doblegar a los de Colorado, el equipo que dirige David Joerger se apoyó en las actuaciones de su trío de referencia: la pareja interior que forman Zach Randolph y Marc Gasol, así como el director de orquesta, Mike Conley. Entre los tres lograron 65 puntos, siendo el pívot español el más destacado en esta faceta anotadora al aportar 24 tantos (8/16 en tiros de campo y 8/10 en libres), además de recoger cinco rebotes y repartir tres asistencias.

No obstante, tal y como señaló el español tras el encuentro, es la defensa lo que ha distinguido a estos Grizzlies y les ha permitido ser el equipo que hoy en día son. "Hicimos un mejor trabajo tras el descanso. Fuimos más nosotros mismos, especialmente en defensa. En ataque las cosas pueden ir mejor o peor, pero nos alimentamos del trabajo defensivo. Necesitamos esa energía en nuestro aro", resumió Marc sobre lo que se convirtió en la clave del despegue de Memphis tras el tercer cuarto. 

De hecho y pese a que una canasta del propio pívot catalán culminaba un parcial de 14-2 de inicio, Denver dominó en la primera mitad. Una canasta de Ty Lawson les colocó por delante ya en el segundo cuarto (30-31), en el que llegó a contar con rentas de ocho puntos. En la reacción visitante, resultó clave la actuación del base, quien se marchó al descanso con quince puntos. Antes Tayshaun Prince se torció el tobillo izquierdo, tal y como ocurriría dos cuartos después con el propio Lawson. Ambos no pudieron volver a jugar.

Entre medias, los Grizzlies volvieron a moverse con diferencias favorables a los diez puntos a comienzos del último periodo que pudieron manejar sin mayores quebraderos de cabeza. Randolph aportó un doble-doble con 20 puntos y 15 rebotes, mientras que Conley logró 21. En los visitantes, Randy Foye concluyó con 21 tantos en su haber y Faried volvió a demostrar su gran momento al conseguir otros 17 y 12 rebotes.

A los de Tennessee les quedan seis partidos para lograr el objetivo de disputar por cuarto año consecutivo los playoffs. Sin embargo, Marc Gasol, líder espiritual del equipo, prefiere "no hablar de presión". "Creo que se trata más de la urgencia de hacer un buen baloncesto y jugar a nuestro nivel. Eso es lo que necesitamos. La presión es algo que nadie te puede poner. Está todo en la mente, en uno mismo. No creo realmente en la presión", recalcó.