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BILBAO 93- VALLADOLID 77

El Bilbao Basket devuelve a la tierra al colista Valladolid

Cuatro ‘Hombres de negro’ pasaron de los 30 minutos en un partido de mínimos. Mumbrú, colosal: 32 puntos (a uno de su récord ACB).

Alex Mumbrú ante Lamont Mack.
Alex Mumbrú ante Lamont Mack.LUIS TEJIDOEFE

De nuevo se acabó escuchando el “Esto, esto, esto es un equipo”. El Bilbao regresó a Miribilla dos semanas después del drama vivido ante el Madrid por la huelga y una posible desaparición. Esta vez no había lágrimas, sino monos de trabajo. Después del líder todopoderoso de la ACB desfilaba el desahuciado colista, el Valladolid. Y se reunieron casi nueve mil almas. Los Hombres de negro están bajo mínimos y tras cinco derrotas seguidas, tuvieron que bajar a la mina, saber que sí, que es el subcampeón de la Eurocopa, pero en realidad ahora mismo no están tan lejos de los equipos del pozo de la ACB. Pueyo exprimió a lo bestia el núcleo duro: Gabriel 37 minutos, Mumbrú 35 (para 32 puntos, a uno de su récord ACB y de la franquicia vizcaína, y 33 de valoración) y Raúl López, que forzó su mano y fue clave, 27 minutazos. Gota a gota, como las hormigas, tras el descanso fueron quebrando la resistencia de un Valladolid en donde al olfatear una nueva derrota, cada uno fue por libre.

La zona del palco de Arrinda se quedó vacía y así seguirá. El exconsejero delegado prefiere evitar problemas y confía en que se vayan calmando los ánimos en su tierra tras la nefasta gestión en el club. Por esa zona se acomodaron Elejalde y Del Campo, que entrarán en la directiva y buscan liquidez a través de una línea de crédito para pagar parte de los atrasos. El amanecer del partido era un Mumbrú-Omari Johnson. Porque con el 11-10, el internacional español llevaba nueve puntos y el jamaicano, ocho. Markota no fijó bien a su par y éste se movió con enorme soltura de fuera hacia dentro. Casi todas las canastas pucelanas buscaban un radio de acción cercano al aro, donde más débil era el equipo local por las ausencias. Raúl López regresó y aportó una rotación, eso es oro puro para un bloque tan corto como el Bilbao. Y desfiló muy cabreado cuando en una acción le tocaron su dedo lesionado de la mano izquierda. Tuvieron que ponerle una protección

El inicio de la segunda parte fue infame: 6-3 en cuatro minutos golpeados por pérdidas, fallos en el tiro y jugadas sin sentido. De ese momento del caos, el Bilbao al menos no salió muy rasgado, ya que se vio con su máxima ventaja: 49-43. Luego encadenó dos triples (Bertans y Mumbrú), un rebote ofensivo de Markota con puntos y dos tiros libres de Gabriel para irse con 59-46 a falta de 12:39. Finalmente el colchón se fue a 16, con el joven Alberto Díaz, cedido por el Unicaja, llevando bien las riendas en el bando local, con desparpajo. “Lo necesitábamos. Mentalmente hacía falta una alegría”, suspiró Pueyo, quien afirmó que la economía está peliaguda y se busca permiso por parte de los rectores para fichar.