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BILBAO BASKET

Los nuevos gestores del Bilbao pedirán un crédito para pagar

Tras la salida Kavaliauskas, la plantilla se compromete a que no haya más deserciones. Admiten que hay un agujero de seis millones. “Creemos que habrá partido en el Palau”.

Calvo, Arrinda, Guzmán y Pueyo.

Está siendo un día frenético en el Bilbao Basket. Tras transferir Gorka Arrinda las acciones al club para que se haga uso de ellas (está por ver qué pedirá luego a cambio), el actual vicepresidente del club, Iñaki Calvo, que se ha erigido en portavoz del grupo alternativo que toma el poder a partir de ahora, ha avanzado que se ultiman los detalles para tomar las riendas. Se hará entre hoy y mañana. Son momentos de notarios y designaciones para alcanzar maniobrabilidad, a la espera de que todo sea refrendado en un mes en junta de accionistas. Se trata de una cooptación, es decir, nombramiento directo de consejeros (como ocurrió con Salva Guardia tiempo atrás) sin pasar el trámite protocolario de la junta, para ganar tiempo. Con el consejero delegado ya fuera, se espera que a medio plazo instituciones y empresas vean de otra forma el proyecto y empujen hacia una solución que permita desconvocar la huelga y jugar el domingo en el Palau, ante el Barcelona. “Creo que se jugará el partido”, expone Calvo.

Tras la marcha de Kavaliauskas, que ha logrado la carta de libertad ante los impagos (se la dieron Arrinda y Cobelo), los cinco empresarios que buscan contrarreloj una solución avanzaron que la plantilla se ha reunido y ha tomado el compromiso de que no habrá más deserciones. “Nos hace un roto esta salida, no sé con qué pívots vamos a jugar, pero los demás han adquirido un compromiso que nos emociona”, explicó el mandatario. “Las cosas se están clarificando", agregó en Radio Bilbao el actual vicepresidente, quien admitió públicamente lo que adelantó AS hace semanas: que hay un agujero de seis kilos (un récord: Arrinda ha generado en 14 años de historia del club una deuda de seis millones de euros, y ha pasado un montón de auditorías de ACB y de firmas ajenas al club).

Calvo admitió que el paripé de hace una semana con Arrinda fue casi la tumba del nuevo grupo que va a entrar: “La presentación del principio de acuerdo fue erróneo, frívolo y equivocado. La cohabitación no es una opción en el nuevo panorama”. Ahora llega el siguiente paso, aún más complicado: alcanzar liquidez para convencer a la plantilla y que deponga su intención de parar a partir del sábado. “No jugar en Barcelona sería nuestra defunción. El único argumento posible para desconvocar la huelga es poderles pagar. Aún no tenemos la capacidad efectiva de gestión, pero estamos trabajando para que sea cuanto antes. Necesitamos aportar un gesto para que se sientan reconfortados", esgrimió Calvo. Se baraja abrir una línea de crédito para alcanzar liquidez. No se quiere comprar directamente las acciones de Arrinda sino que sea la afición la que se haga cargo, para no incurrir en el mismo error.