GIPUZKOA 75 - BARCELONA 86
El Barcelona ni se despeina
Los 34 puntos de Jason Robinson ni inquietan a un Barcelona que rompió el partido en el segundo cuarto con un parcial de 3-22. Lampe sigue con su sorprendente reinserción.
Jason Robinson, el segundo máximo anotador de la ACB por detrás de Panko, utilizó la visita de un Barcelona muy relajado para opositar al primer puesto. Sus habituales más de 15 puntos por partido fueron 34, 20 en el segundo tiempo y con el partido ya descosido. Con una serie de 5/5 en triples, animó algo a una afición alicaída de un equipo alicaído: nueve derrotas en diez partidos. El Barcelona, nueve victorias de diez. Se cruzaban dos rachas opuestas y pasó lo que tenía que pasar. Ganó el mejor con una autoridad incontestable. Y la dosis justa de sudor.
En el Palau el Barcelona necesitó un último cuarto imperial de Huertas para quitarse de encima al Gipuzkoa Basket. Era la jornada 4, los vascos tenían mucha más vida y el Barça era todavía un galimatías en un proceso de construcción ahora completado. Ese período de andamiaje le ha hecho perder de vista al Real Madrid y, salvo hundimiento imprevisto, al Valencia Basket, pero ha cuajado en un equipo otra vez 100% Pascual y que parece ahora mismo el más en forma de Europa. Un día y medio después de ganar en Málaga en un partido de cuchillos largos en el Top-16, se paseó por San Sebastián sin Tomic (problemas de tobillo) y a pesar de Robinson. Y de Doblas. Entre ambos, 46 de los 75 puntos de su equipo y 50 del 73 total de valoración. Salgado, que repartió 8 asistencias, anoto dos triples para abrir el último cuarto y generar una expectativa muy artificial: 57-67.
El Barcelona controló con lo justo esos intentos finales del Gipuzkoa Basket. En realidad jugó todo el segundo tiempo en marchas cortas después de romper el partido sin despeinarse con un parcial de 3-22 en el segundo cuarto. En cuanto defendió un poquito y controló las pérdidas. En ese brillante primer tiempo (31-50), el Barcelona arrasaba el rebote (7-23) y volaba en 65% en tiros de dos y 58% (7/12) en triples. Incluso sin apretar las tuercas, un cohete al que Sito Alonso y sus jugadores apenas vieron pasar por delante. Quedan en 9-15 y en situación cada vez menos cómoda. Pero al menos tienen a Robinson.
En el Barça, y después de no jugar en Málaga, volvió a brillar Hezonja. Sin el lustre de su exhibición ante el Manresa, jugó 20 minutos muy sólidos con 8 puntos y 9 rebotes. 15 de valoración a la espalda de Navarro, 18 (16 puntos) silbando, y de un Lampe que se está convirtiendo en un fenómeno extraño en este Barcelona, una especie de factor X del que es imposible barruntar ahora mismo en qué resultará. Después de una larga ausencia que parecía, más allá de la lesión, un billete sólo de ida al ostracismo, el polaco ha vuelto con un nivel fantástico. Contra rivales menores pero con una actitud intachable y una producción brutal: 17 puntos y 7 rebotes ante Valladolid y Manresa y 23+9 en San Sebastián. Fino en ataque y menos esquivo de lo habitual en defensa. Parece que la apuesta de Pascual es recuperarle e integrarle. Si lo consigue y le mete definitivamente en dinámica, como parece que ha hecho con el flow de Pullen y el talento descomunal de Hezonja, se apuntará su enésimo tanto como entrenador y sacará aún más brillo a la asombrosa profundidad de un Barcelona que está ahora mismo para pelear de igual a igual con el Real Madrid, en España y en Europa. Desde luego, eso parece desde enero.