Mario Hezonja: la nueva joya croata ya brilla en Barcelona

Drazen Petrovic, el genio de Sibenik, fue el último gran talento del baloncesto croata. Tras su trágico final en 1993, su país no ha logrado encontrar un jugador que le iguale, aunque para muchos un joven talento de 19 años y 2,01 metros podría ser su relevo. Nacido en Dubrovnik (con 14 años ya jugaba en el primer equipo de su ciudad natal) Mario Hezonja llegó a Barcelona vía Zagreb —el equipo azulgrana pagó 150.000 euros por él— hace poco más de un año, en septiembre de 2012, para formarse en el Barça B de la Adecco Oro, equipo en el que fue el máximo anotador (14,5 puntos) y el más valorado (11,5).

Xavi Pascual, que en aquella temporada le hizo jugar tres encuentros en la Liga Endesa, y Joan Creus, secretario técnico del equipo azulgrana, tomaron la decisión a final de esa primera campaña de que formase parte del primer equipo junto a Álex Abrines, pero ambos con ficha en el filial. Para muchos la mejor opción habría sido cederlo, pero Pascual se negó porque quería que aprendiera a ganarse minutos en la ACB, soportando los duros entrenamientos del primer equipo.

Hasta su irrupción del pasado domingo, Hezonja había jugado sólo 14 de los 23 partidos de Liga, con 11 minutos y 5,5 puntos de media. Ante el Manresa estuvo en pista 22 y anotó 26 puntos, mostrando el talento latente que atesora.

El escolta croata, que firmó un contrato por siete temporadas (tres con cuatro más opcionales), será elegible en el draft de 2017. Gran admirador de Juan Carlos Navarro no sabe si su futuro estará en la NBA o no. “No sé qué pasará, pero en el Barça estoy contento”.