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ESTUDIANTES 84 - LABORAL KUTXA 87

El Laboral Kutxa consigue la victoria tras un agónico final

Los de Scariolo, ya sin Odom en el equipo, completaron una gran primera parte. El 'Estu' se rehizo tras el descanso y pudo forzar la prórroga. Otro buen partido de Kuric (25 puntos).

Thomas Heurtel, rodeado de jugadores del Estudiantes.
Thomas Heurtel, rodeado de jugadores del Estudiantes. EFE
LIGA ENDESA

El Laboral Kutxa comparecía en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid el día después de poner fin a la etapa de Lamar Odom. Su mediática y breve presencia, así como estrepitosa salida por la puerta de atrás no afectaron al equipo de Scariolo, que tenía como incentivo romper una racha de tres derrotas consecutivas a domicilio. Finalmente, y tras un auténtico final de infarto (84-87), lo consiguió ante un Estudiantes que vuelve a conocer la derrota tras ganar sus dos compromisos previos.

Los colegiales completaron unos excelentes últimos minutos que estuvieron a punto de desbaratar las ventajas en torno a los seis/ocho puntos con las que se manejó el Baskonia durante buena parte del cuarto periodo. Una canasta de Kyle Kuric, máximo anotador del partido con 25 puntos, y un tiro libre anotado por Slokar pusieron el 78-81 en el marcador a poco más de un minuto para la conclusión. A 20 segundos para el final pareció sentenciar el equipo vasco tras un contraataque (78-84). Nada más lejos de la realidad, un innecesaria falta antideportiva de Hanga y un triple de Colom pueso un 83-84 a falta de ocho segundos. El Palacio estalló, aunque el triple desde su propio campo de un enorme Van Lacke (25 puntos de valoración) sobre la bocina no encontró el aro y el Baskonia se pudo colocar con balance positivo de victorias y derrotas en la clasificación (12-11)

Antes de este emocionante desenlace, y con el alemán Tibor Pleiss como referente interior, los vascos, haciendo gala de un gran acierto desde la línea de 6,75 (15/29 en triples a lo largo de los 40 minutos de juego), se fue adueñando poco a poco del encuentro. Los madrileños no pudieron seguir el desbordante ritmo de los visitantes. Si bien el primer intento de despegue vitoriano (5-11) pudo ser replicado por los colegiales mediado el primer cuarto al empatar a 13; la lluvia de triples (seis en los diez primeros minutos de encuentro) a la que fue sometido el aro de los de Vidorreta no evitó que sus pupilos se marcharan ocho abajo en el luminoso (24-32).

Del intenso y vistoso primer periodo, el ritmo decayó en el segundo. No obstante, los de Scariolo continuaron inspirados en el lanzamiento exterior, factor que les permitió ir arañando mayores diferencias con el transcurrir de los minutos. Una afortunada acción de Jelinek segundos antes del inicio del descanso permitió al Laboral Kutxa irse a los vestuarios con el partido encarrilado (36-51).

No obstante, el Tuenti Móvil Estudiantes, empujado por su animosa afición y merced a la defensa en zona ordenada por Vidorreta reaccionó tras la reanudación. La intensidad colegial hizo que su rival no se encontrara tan cómodo a la hora de mirar el aro. De la mano de un combativo Ivanov, un aguerrido Van Lacke y un Kuric que pasó a capitalizar con gran acierto los sistemas ofensivos de los del Ramiro, la diferencia se redujo, aunque nunca consiguió bajar de los 5 puntos (52-57 y 55-60). Mientras el encuentro se apretaba, Pleiss cometió su cuarta fatal en el ecuador de este tercer periodo. Lo que podía suponer una mala noticia para los vascos, permitió la entrada de Diop en pista. Merced a su envergadura consiguió intimidar las penetraciones locales, lo que dio un respiro a los suyos, que se marchaban con una renta de nueve puntos tras un triple de Jelinek sobre la bocina (57-68).

El último cuarto se movió en torno a estos guarismos hasta la arrancada de orgullo y coraje de los locales. Pese a no ser suficiente para evitar la derrota, los seguidores colegiales pueden estar tranquilos. De seguir así, la permanencia no debería correr peligro.