SPURS 103 - BLAZERS 90
Los Spurs ganan, lideran la NBA y siguen haciendo historia
Los tejanos arrollan a los Blazers, son el mejor equipo del momento con ocho triunfos seguidos y Duncan, Parker y Ginóbili amenazan al trío Bird, McHale y Parish.
En el Este, Indiana y Miami pelean por una ventaja de campo que puede ser decisiva en una final de Conferencia en la que están destinados a volver a encontrarse. En el Oeste, ascienden los Warriors y los Rockets, se confirman los Clippers, resurgen a tiempo los Grizzlies y Durant firma una temporada casi divina para los Thunder. La Regular Season está llena de historias que acaparan titulares… y que rara vez mencionan más allá de lo justo a San Antonio Spurs. Pero la traducción de equipo en el idioma NBA es San Antonio Spurs. Otra vez, y casi de repente, el mejor equipo de la liga. Y que le cojan: 48-16 y un calendario con muchos partidos asequibles en el sprint final de la temporada. Los Thunder y los Pacers a un partido, los Heat a dos y los Clippers y los Rockets ya a cuatro. Así que todo apunta a que, otra vez, el termómetro del salvaje Oeste cuando lleguen los playoffs serán las espuelas de Texas. Otra vez…
Los Spurs llevan ocho victorias seguidas, y no pierden desde que los Suns les vapulearon en Phoenix el pasado 21 de febrero. Antes, y con el All Star de por medio, habían ganado otros tres. Total: once triunfos en doce partidos. Por el camino han rastrillado a Heat, Clippers, Mavericks, Bulls o dos veces a los Blazers. El terror de la liga, ya con ese nivel de absoluta finura colectiva en ataque que les convierte en una máquina perfecta de jugar al baloncesto. Ajustadas las rotaciones, con suficiente descanso para sus veteranas (pero jamás viejas) estrellas y con Popovich riéndose de las modas, los pronósticos y los ascensos y descensos en los power rankings. Se acercan los playoffs y alguien tendrá que ganar a los Spurs cuatro partidos de siete. Mucha suerte un año más para los que lo intenten.
En el triunfo (un corte limpio: 103-90) ante los Blazers, se escribió una nueva página de la leyenda Popovich-Duncan-Ginóbili-Parker, un tomo de la historia de la NBA y una de las parábolas más bonitas que ha dado el deporte en toda su historia. En 1996 Popovich se hizo cargo del equipo en sustitución de Bob Hill (sí: los Spurs tuvieron otros entrenadores antes de Popovich). En el 97 drafteó con el número 1 a Tim Duncan en lo que él mismo llamó con su retranca habitual su “gran contribución a la modernización del baloncesto”. En el 99 buceó hasta el 57 para llevarse a Ginóbili y en el 2001 hasta el 28 para quedarse con Tony Parker. Ninguno ha jugado con ninguna otra camiseta, la del negro y plata que lleva quince años seguidos en playoffs, catorce temporadas con más de 50 victorias y cuatro anillos en cinco finales. Que son casi cuatro anillos y medio después de esa última final que perdieron tras ganarla, literalmente, en el sexto partido en Miami: 89-94 a falta de 28 segundos. Lo siguiente fueron los triples de LeBron y Allen, uno de los finales más increíbles de la historia y un séptimo partido que asfaltó el repeat de Miami Heat.
En perpetua posesión del elixir de la juventud, los Spurs aplanaron a los Blazers, que van en picado (cuarta derrota seguida), en la victoria número 490 que consiguen juntos (663 partidos totales) Duncan, Parker y Ginóbili. No un big-three, algo así como el greatest-three. Y ya sólo hay un trío de jugadores que les supera en número de triunfos. Los nombres quitan la respiración, claro: siguen a la cabeza Larry Bird, Kevin McHale y Robert Parish (540 victorias) pero los tres spurs ya han cazado a Kareem Abdul-Jabbar, Magic Johnson y Michael Cooper, de Los Lakers. Los guiños de la mística NBA han querido que les vayan a poder superar ya en su próximo partido del próximo viernes… ante los Lakers. En partidos totales jugados juntos, son terceros otra vez empatados con el trío de Lakers y por detrás del de los Celtics y de otro mítico:Bill Laimbeer, Isiah Thomas y Vinnie Johnson en Detroit Pistons.
Una de las claves del extraordinario nivel actual de los Spurs es el regreso tras convalecencia de Kawhi Leonard, algo por debajo de su capacidad real en el inicio de la temporada pero tremendo otra vez en los siete partidos que ha jugado desde su regreso, todos saldados con victoria y con una contribución decisiva en ataque y en defensa: véase su excepcional trabajo para limitar a LeBron James hace un puñado de días. Ante los Blazers empujaron por fuera Mills (15 puntos en 17 minutos) y Green y en el frontcourt Leonard, Splitter y un Duncan (10 puntos, 11 rebotes) que con 37 años está promediando 15 puntos y 10 rebotes por partido casi 16 años después de su primera inclusión en el Equipo Ideal de la temporada (1998). Exacto: la eterna juventud.
A los Blazers les pasó por encima la realidad en su peor momento de la temporada. Y encima vieron como LaMarcus Aldridge se retiraba lesionado y en silla de ruedas tras un golpe brutal en la espalda. De su período de baja, aunque los rayos X no arrojaron un resultado muy preocupante, depende en gran parte las opciones de un equipo que se descuelga en el Oeste: tiene ganada la plaza de playoffs salvo cataclismo (cinco partidos de ventaja sobre los Suns) pero ya es quinto (42-23) y con el aliento de Warriors (41-25) y Grizzlies (38-26) en el cogote.
En un partido en el que los dos equipos jugaban por segunda noche consecutiva, la mayor juventud de los Blazers podría haber sido determinante. Pero no lo fue porque Lillard necesitó 22 tiros para meter 23 puntos y porque los Spurs juegan con alas en las espuelas: 33-18 en rebotes al descanso y muchos puntos en transición rápida ante un rival que no anotó en contraataque hasta el último cuarto. Con todo, los de Oregón se las apañaron para dejar una ventaja de 17 puntos en 6… sólo para verse otra vez 18 abajo ya avanzado el último cuarto. Víctor Claver jugó apenas dos minutos para unos Blazers que necesitan reencontrase de cara a los playoffs. Esta vez tuvieron enfrente a unos Spurs que no sólo se encuentran siempre a tiempo sino que se conocen de memoria. Literalmente. Porque equipo, en el idioma de la NBA, se pronuncia San Antonio Spurs.