BULLS 95 - HEAT 88
Chicago se aprovecha de otro mal día de LeBron James
La estrella de Miami hizo un 8-23 en tiros de campo, logró sólo un triple y no lanzó ni un tiro libre. Noah y Butler fueron los mejores en los Bulls que ganaron en la prórroga.
Algo le pasa a LeBron James desde sus 61 puntos ante los Bobcats. La estrella de los Heat ha perdido algo de chispa, de confianza. LeBron llegaba al United Center de Chicago con un 1/17 desde fuera de la pintura y un 0/3 desde el triple, y durante el encuentro ante los Bulls el asunto no fue a mejor. Logró 17 puntos, pero con un mal porcentaje (8/23), con un sólo triple y sin lanzar ni un tiro libre, algo que no ocurría desde el 2009 cuando aún era jugador de los Cavaliers o, lo que es lo mismo, 332 encuentros después. Su desacierto desde fuera de la zona ya llega al 3/25... mal momento para entrar en barrena cuando Durant parece insaciable en su camino hacia el MVP de la liga regular.
Esta falta de acierto se refleja en cierta ansiedad. Sin camiseta de manga larga y sin máscara, el alero no encontró su mejor versión y las tuvo con casi toda la defensa de los Bulls. Noah, Butler, Hinrich... tuvieron alguna que otra palabra de más con James.
Pero no se le puede echar toda la culpa de la derrota (95-88). Todo el equipo cometió el peor de los errores cuando te enfrentas a los Bulls de Thibodeau: relajarte, confiarte. Y claro, sales mal parado. El técnico de los Bulls señaló antes del encuentro que estaba preparado para la lucha y así fue. Durante todo el partido el equipo no bajó la guardia con una defensa asfixiante made in Thibodeau. Todos los golpes que daba Miami, eran respondidos de forma inmediata por los Bulls. Wade comandaba a los de South Beach ante la inexplicable ausencia de LeBron y fue el mejor de su equipo con 25 puntos, pero Noah (20 puntos y 12 rebotes) y D.J. Augustin (22 puntos y cuatro triples de seis intentos) replicaban constantemente a los bicampeones de la NBA.
El francés es el Alfa y el Omega de los Bulls. El principio y el final del conjunto de Illinois. Y la afición lo sabe y su grandeza ha cogido tal tamaño entre una afición huérfana de estrellas desde la lesión de Rose y la salida de Deng, que cada movimiento del pívot se corea, se aliente y, más si cabe, si primero defiendes a LeBron, consigues que falle y luego te lanzas como un toro al aro contrario. ¡MVP, MVP!, le cantaron durante varias fases del partido.
A pesar de que Miami logró dar un cierto estirón tanto en el segundo como en el tercer cuarto, los Bulls se rehicieron en el momento más oportuno. Paso a paso, lograron llevar el partido a la prórroga tras superar 12 puntos de desventaja, gracias a su juego de equipo y, sobre todo, a la genial defensa del ojito derecho de Thibodeau, Jimmy Butler (16 puntos y 11 rebotes). El escolta es el defensor perfecto. Con un físico envidiable, Butler es capaz de aguantar el uno contra uno a cualquier jugador y LeBron James lo sufrió en la última jugada del tiempo reglamentario (86-86).
Ya en la prórroga, el dominio fue 'rojo'. 9-2 de parcial con taponazo de Noah a Chalmers incluido, para dejar la victoria en casa y dejar una pregunta en el aire: ¿será capaz Miami y LeBron James de rehacerse y quitarle el liderato de la Conferencia a Indiana tras sufir su tercera derrota seguida?