Los Knicks mejoran su imagen y logran su tercera victoria seguida

Mientras la atención en los últimos días gira en torno a la posible legada de Phil Jackson a los Knicks y en caso de que se produzca, si lo hará como entrenador o como asesor o presidente de operaciones, los Knicks han conseguido revertir algo su mala imagen con tres triunfos consecutivos. El último, esta misma madrugada en su visita a Cleveland 107-97.

Parte de esta racha positiva se debe a su mejoría defensiva. "Nuestra defensa está funcionando ahora", reconocía el ala-pívot Amar'e Stoudemire tras el partido, en el que Carmelo Anthony volvió a ejercer de gran referente para los neoyorquinos. El alero consiguió 26 puntos, siete rebotes, cuatro asistencias, tres robos, tres pérdidas y dos tapones.

En esta ocasión, estuvo bien secundado por sus compañeros. Cuatro de ellos lograron anotar en dobles figuras: Stoudemire (17, 12 rebotes y tres tapones), Chandler (15 y 11 capturas), JR Smith (17) y Prigioni, quien completó una buen actuación en los 18 minutos de juego al conseguir 11 puntos y cuatro asistencias.  

Más allá de la que aconteció sobre el parqué, el gran protagonista de la noche fue Zydrunas Ilgauskas, quien vio cómo los Cavaliers retiraban su camiseta con el número 11 a la espalda. El pívot lituano estuvo acompañado por, entre otros, su amigo y compañero LeBron James, con quien compartió vestuario en Cleveland y en su primer año en Miami.

Más allá del tributo al 'center', los aficionados del Quicken Loans Arena tuvieron poco que celebrar. Los de Mike Brown acumulan cuatro partidos sin conocer la derrota y se complican sus opciones de entrar en playoffs, no solo por dar vida a los Knicks, rivales directos por esta lucha y que igualan su marca (24-40), sino porque se sitúan a tres partidos y medio de los Hawks. El gran partido de un Kyrie Irving que rozó el triple-doble (30 puntos, ocho rebotes y ocho asistencias) no fue suficiente, al apenas contar con la colaboración de Spencer Hawes, autor de 21 puntos y 10 rebotes.