El Unicaja arrasa a Gipuzkoa y Fran Vázquez pide Selección

El Unicaja ganó con impensable facilidad a un Gipuzkoa Basket, horrible, que salió con temblor y no fue capaz de oponer resistencia. Fantástico partido de Fran Vázquez (15 puntos, 29 de valoración y 10 rebotes), que pide Selección y Mundial a gritos, y decepcionante imagen del equipo de Sito Alonso que da un paso atrás en sus aspiraciones de meterse entre los ocho primeros de la Liga Endesa. Gran partido de los malagueños que se consolidan entre los cuatro mejores del campeonato.

El Unicaja controló el juego desde el primer segundo. La solvencia de Toolson y el poder intimidatorio del fantástico gallego Fran Vázquez amedrentaron a los guipuzcoanos que más o menos se mantuvieron a flote sólo diez minutillos (20-17). Robinson detenía la hemorragia de los suyos con dos triples y el partido se fue al descanso con 43-31. Esos fueron los minutos más dignos de los donostiarras.

En la segunda mitad, el Unicaja salió como un torbellino. Parcial de 9-0 y marcador de 52-31 (minuto 22). Sito Alonso pidió tiempo muerto porque su equipo estaba flácido. Robinson contestó con cinco puntos seguidos (51-36). Efecto gaseosa. El Unicaja mantuvo la intensidad, la consigna de Joan Plaza y se puso 58-36 (minuto 25) tras un robo magistral culminado por Caner-Medley que después se adornó con un triple (61-36, minuto 26). El Unicaja rompía ahó el partido y el Gipuzkoa se abandonaba y daba sensación de flojera, impropia en un equipo luchador. Poco correoso. Muy mal. En cambio, Fran Vázquez estaba colosal. Como en sus mejores tiempos. El Unicaja volaba (68-40, minuto 30).

En el cuarto final aumentaron las distancias (71-40) con Domas Sabonis mejorando su proceso de formación auspiciado por Joan Plaza que le madurará como futura estrella. Ovación para el formidable Fran Vázquez por su partidazo. El Unicaja bajó el pistón porque el rival no le exigía y Gipuzkoa antepuso su dignidad al acierto. No fue su tarde (81-55, minuto 38). Plaza sacó al senegalés Maodo Nguirame, jugador del filial Clínicas Rincón, que jugó sus primeros minutos entre los grandes. El marcador ya no se movió.