RÍO NATURA MONBUS 68 - REAL MADRID 83

El Madrid firma el segundo mejor arranque de siempre

El líder sigue invicto, suma ya 22 triunfos y certifica el pase al playoff. Rudy rompió el partido con 15 puntos en el tercer cuarto y Mirotic añadió ocho.

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Antes del partido, y recordando al gran Gila, maestro del humor, empezó el primer duelo, el psicológico: “Alguien le va a quitar la racha a alguien”. A la fuerza iba a ser así, porque tanto el Madrid como el Obradoiro llegaban al Fontes do Sar —pedazo de afición, por cierto— con la mejor marca de victorias del momento. Seis, los locales; y veintiuna, el líder. Cuarenta minutos después sólo quedaba en pie el de siempre. Qué sorpresa, dirán. Ganó el Madrid su partido 22 en la ACB, como había ganado los 21 anteriores, y presume ya en solitario del segundo mejor arranque en toda la historia liguera. A sólo ocho victorias del 30-0 que logró hace 41 años.

Este equipo, como aquel dirigido por Pedro Ferrándiz, ha convertido la hazaña de ganar cada jornada en una rutina, aunque no monótona, aún no. Porque el Madrid sigue entreteniendo, también en Santiago, en un partido de toma y daca ante un Río Natura Monbus tan entregado a la causa como mermado. Sin Muscala y sin Junyent, con sólo tres pívots disponibles, y sin Durand Scott. En cuadro y más allá. Impulsado, sin embargo, por la inercia de las victorias y por el nervio de su técnico (Moncho Fernández) se levantó con orgullo tras el primer directo a la mandíbula del rival, un duro 4-12 de salida. Y se rehízo sin los triples de Corbacho, que acabó con 3 de 11 pero no anotó el primero hasta segundos antes del descanso.

No fue tímida precisamente la reacción del Río Natura, que se incorporó al choque a lo grande, por pura intensidad, con Rafa Luz y Berzins destacados. Parcial de 18-2 (incluido un 14-0) con el Madrid tratando de ahorrar fuerzas. Las justas, porque el apagón le duró ocho minutos. Como ante el Iberostar Tenerife hace una semana, flaqueó donde no suele hacerlo, en las pérdidas de balón: nueve al descanso. Sergio Rodríguez (7 asistencias) recondujo la situación: 29-33. En la reanudación, Laso volvió a probar a Mirotic de alero alto y... Sí, de nuevo le salió perfecto. Con los interiores del Obradoiro en apuros por las faltas (Stobart y Berzins terminaron eliminados), el técnico blanco obligó a su rival a mantener a Pumprla en el puesto de tres sin poder echar una mano como pívot.

El checo fue la mejor arma local con sus penetraciones, pero el Real con Mirotic de falso exterior abrió un agujero definitivo en la muralla gallega. Ocho tantos del canterano en el arranque del periodo y otros 15 de Rudy Fernández en todo ese cuarto. Un vendaval. Muy activo el alero para defender la línea de pase, siempre el primer paso para montar el contragolpe, y fino en sus lanzamientos de tres, sin ese gesto tan habitual de echar la mano hacia atrás que reduce sus porcentajes. Ni él ni Llull, que cogió el testigo, habían sobresalido de inicio. Entre los dos cerraron el duelo.

Dar réplica a este Madrid es un suplicio porque tiene una actitud y unos mecanismos aprendidos que garantizan siempre el buen tono atrás y, en ataque, facilitan los relevos para sacudir al rival. Con orden pero sin pausa. Gran Obradoiro para un arsenal tan justo (acaba de fichar a Travis Peterson). Buen partido de Darden, aplausos para Mejri y otra victoria a un zurrón que tiene unas costuras a prueba de bombas. El Madrid, además, se ha clasificado matemáticamente para el playoff por primera vez ¡a doce jornadas del final!