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BARCELONA 93 - FENERBAHCE 73

El Barcelona ya es el Barcelona

En su mejor nivel de toda la temporada, el Barcelona aplasta al Fenerbahçe y está 9-0 con 21 triunfos seguidos en el Top-16. Navarro iguala a Papaloukas: 252 partidos en Euroliga.

El Barcelona ya es el Barcelona
Toni AlbirEFE

El Barcelona empezó la Euroliga pasando las de Caín contra el Partizán (67-60) y perdiendo después en Estambul ante el Fenerbahçe (75-70) y en el Palau ante el Nanterre (67-71), una de las derrotas más improbables y frustrantes de toda la era Pascual. No sólo era un equipo sin hacer sino que las piezas nuevas parecían mucho más caras que útiles, a contrapelo del estilo que había convertido al equipo en un coloso competitivo en temporadas anteriores. El partido ante el Nanterre fue el 31 de octubre. Ahora, 6 de marzo, el Barcelona vuelve a ser una mole de funcionamiento maquinal, lista para competir hasta las últimas consecuencias y ya en el primer peldaño de los aspirantes a llevarse la Euroliga. Mientras tanto el Fenerbahçe de Obradovic se quedó en aquel primer duelo y sigue siendo el mismo equipo: sus rivales no. Fiado a tirones individuales, descosido por dentro y sin el corazón de quien se juega la vida (4-5 ahora), perdió su tercer partido seguido de la temporada ante el Barça. En cada uno, más diferencia. Un aspirante crece, el otro se queda.

El Barcelona está 9-0, pone jaque a un pase a cuartos que ya tenía amasado (depende de los resultados del resto del grupo para sellarlo matemáticamente ya) y no se ve forma de que pierda en cinco partidos el factor cancha para cuartos: le lleva cuatro, como mínimo, al tercero. Su racha en el Top-16, su coto privado de caza, alcanza ya los 21 triunfos seguidos desde el pasado 3 de enero de 2013. Y 38 en los últimos 39 disputados. Datos que condimentan un día feliz en el que Navarro se colocó en parrilla de salida para aumentar su gigantesca leyenda. Con 252, iguala a Papaloukas como el jugador con más partidos de Euroliga disputados. Si no media lesión, será el primero la próxima semana, otra vez en el Palau y ante el campeón Olympiacos. El resto, ya se sabe: líder en puntos, valoración, triples, tiros de campo y tiros libres anotados… Sencillamente Navarro, otra vez importante con 4 rebotes, 5 asistencias y 12 puntos en la proa de su equipo: dos triples nada más empezar, 5 puntos seguidos para abrir un tercer cuarto en el que el Barcelona dejó ventilado el partido.

El Fenerbahçe, impropio de Obradovic, jugó un buen primer cuarto (15-24 de valoración, 102-74 final). Después se deshilachó primero y se resquebrajó después, un juguete en manos de un Barcelona más intenso, más concentrado, más profundo, con las ideas más claras y con más talento. Y más repartido. Con versiones pobres de McCalebb y Bogdanovic (16/48 en tiros en los cuatro duelos contra el Barça: Papanikolaou, un tormento) y tristes de Kleiza y Preldzic, le pusieron maquillaje algunos buenos minutos del recién llegado Pierre Jackson y ese talento tan descomunal como pocas veces diferencial de Bjeliça (15 puntos, 10 rebotes). Zarandeado por la ciclogénesis blaugrana, el Fenerbahçe evitó un resultado escandaloso con 16 puntos en los tres últimos minutos (antes 83-57) de un último cuarto en el que no había más historia que la imparable crecida, anímica y baloncestística, del Barcelona.

Porque si el Fenerbahçe fue una sombra, el Barcelona fue un ciclón que reventó el partido en su tramo central (46-25 entre el minuto 10 y el 26). Defendió hasta llevar al rival a 17 pérdidas que convirtió en una cascada de puntos en transición rápida. Empezó aplastando en las zonas para abrir la galería de tiro, que esta vez sí funcionó. Y encontró en cada momento de partido la solución más apropiada ante un rival desbordado. Seguramente la perfecta metáfora de la transformación del Barcelona esté en la transformación de los nuevos: sensacionales Nachbar y Dorsey, instrumental Papanikolaou y brillante Pullen, que jugó minutos de wild card en su primer aparición relevante en Euroliga.

Y Tomic, claro. El MVP de febrero no hizo esta vez la animalada de las dos últimas jornadas (36 y 40 de valoración) sencillamente porque no hizo falta. Pero mientras hubo partido fue imparable para un rival sin centímetros ni respuestas en la pintura. En el primer tiempo anotó 17 puntos con 7/8 en tiros de campo. Terminó en 19 (8/9) y 23 de valoración… en 22 minutos. En los últimos tres partidos suma 69 puntos, 26 rebotes, 99 de valoración y 27/34 en tiros de campo. Y con la mejor actitud que se le recuerda. Un Tomic de récord, un Navarro histórico, una racha de victorias extraordinaria… el Barcelona sonríe, ganando y jugando (por encima de los 80 puntos de media en el Top 16), y sigue creciendo. Ante el Fenerbahçe metió una marcha más y cada vez le sienta mejor el traje de aspirante que tan grande le quedaba hace cinco meses.