Gasol, tras la paliza en Indiana: "No creo que haya disciplina"

Jugaba el mejor equipo del Este (y de la liga: 43-13) contra el peor del Oeste (19-38 después de, conviene no olvidarlo, empezar la temporada 13-13). Jugaba un equipo blindado en defensa y concentrado al máximo, para el que cada triunfo cuenta en la carrera por la ventaja de campo de playoffs con Miami Heat entre ceja y ceja, contra otro al que todo el mundo le anota mucho y que empieza a asumir públicamente (en privado se sabía) que su mejor destino es buscar un top-5 en el próximo draft, que viene cargado hasta rebosar de talento: Wiggins, Embiid, Parker, Smart, Randle, Exum...

Jugaban Pacers y Lakers y pasó lo que tenía que pasar: los de Frank Vogel jugaron con los Lakers como un gato con un ovillo de lana. Les dieron carrete hasta el descanso y les sacaron del partido después, alcanzando un tope de +33 y con un tercer cuarto de 33-16 en el que Paul George jugó a sus anchas. Un 59-58 tra canasta de Gasol en el arranque del tercer cuarto desperezó a los Pacers... y se acabó el partido. Los Lakers anotaron en el segundo tiempo 44 puntos, pero la mitad llegaron en los minutos de la basura. Muchos: casi todo el último cuarto.

Así que sucedió lo lógico a pesar de que Indiana suele ser un rival relativamente amable para los Lakers, que llevaban tres años sin perder en Indianápolis y que no habían caído en la ida y vuelta contra los Lakers desde la temporada 1991-92. Pero no puedes ganar, ni competir, si pierdes el rebote 62-42. ¿Casualidad? No. En la derrota en Los Angeles, el 28 de enero: 63-43.

La mejor noticia para los Pacers fueron los 13 puntos y 6 rebotes de Evan Turner, que hizo exactamente lo que querían de él con su traspaso por Granger: propulsar el juego de ataque de la segunda unidad. También Lavoy Allen, el otro recién llegado, tuvo minutos ya con el partido roto. Lo demás, una exhibición coral (siete jugadores con más de diez puntos) liderados por George (20, 7 rebotes y 6 asistencias). ¿En los Lakers? 13 puntos y 9 rebotes de Gasol (6/13 en tiros, 4 tapones...) y otro sorprendente partido en ataque de Kent Bazemore, que hizo 23 puntos después de hacer 15 y 17 en los dos partidos anteriores. En los Warriors no había anotado en dobles cifras en todo 2014.

Pero para los Lakers, ya el peor equipo del Oeste por detrás de Sacramento, la noticia estuvo otra vez fuera de la pista. Mike D'Antoni probó con un quinteto pequeño y colocó a Wesley Johnson de ala-pívot sobre David West. Resultado: dos faltas en cuatro minutos y Jordan Hill a pista. Después, también después de que llegaran los problemas de faltas del propio Johnson, D'Antoni siguió con las probaturas con el small-ball. Para el técnico, la diferencia de centímetros no fue decisiva, ni siquiera a la vista de los datos en cuanto a rebotes ("el problema es que no movimos bien el balón"), pero Pau Gasol no piensa lo mismo. El español fue notablemente crítico con este planteamiento. O como mínimo con su aplicación: "Si quieres jugar con pequeños, al menos tienes que aprovecharlo y jugar más rápido. Pero si te superan por 20 rebotes no va a funcionar hagas lo que hagas. No vas a ganar así".

Aireando aún más su disgusto, también dejó claro que hay un problema mayor que jugar de una manera o de otra: "Hay que ser disciplinados. Tenemos que jugar con disciplina y creo que no hay mucha en el equipo ahora mismo". Pero, volviendo al estilo D'Antoni, se mostró irónico sobre la posibilidad de volver al quinteto pequeño en el partido de hoy contra los Grizzlies y con el consiguiente emparejamiento de Wesley Johnson con... Zach Randolph: "Buena suerte con eso... Ya veremos si Wes sigue siendo titular en ese puesto o si ponemos emparejamientos más lógicos para el poder interior que tienen los Grizzlies. Tenemos jugadores que pueden emparejarse mejor con sus pívots...".