BILBAO 81 - ESTRELLA ROJA 85
El Bilbao cae eliminado
Lejos de ganar por nueve, el subcampeón no pudo ni llevarse el partido ante el Estrella Roja. Echó por tierra un +7 a falta de cuatro minutos.
El subcampeón de la Eurocopa cayó eliminado. El único equipo ACB que falló en la penúltima jornada de la segunda fase. En Miribilla, el pabellón que tanto le ha dado, el Bilbao Basket regaló un partido que tenía justo donde quería en el momento preciso, a falta de cuatro minutos y 44 segundos: 73-66. Debía ganar por nueve para depender de sí mismo, es decir, contar con casi todas las papeletas de pasar a la siguiente fase. Y se le fue la cabeza. Decisiones de colegiales y tiros cómodos de Blazic y Dragicevic arruinaron todo, hasta la victoria. Pueyo se la jugó sin Raúl López, que ya es curioso.
Con Grimau como base. El ex capitán del Barcelona estaba tocado por una varita mágica y se asoció con Bertans para cimentar el sueño de un triunfo amplio, pero el Estrella Roja, también cansado, tuvo más sangre fría. Gabriel dispuso de un triple sin marca que llevaba el rostro de ser vital, pero no embocó, y perdió un balón muy importante. Los serbios pasan junto con el Nizhny Novgorod ruso. Los bilbaínos irán a Grecia, a la pista del Panionios, la semana próxima de turismo.
Pueyo situó de inicio a Vrkic y Mumbrú en las alas, toda una novedad, un quinteto grande para fortalecer el rebote. Luego fue variando, metiendo combinaciones como la de Raúl, Bertans y Pilepìc, tres pequeños, con mucho más dinamismo. Tras un fulgurante inicio visitante, los Hombres de Negro fueron cogiendo el aire al asunto. El Bilbao salió del descanso como un cohete: 41-37, a medio camino de la diferencia que le hacía falta.
Ahí tenía que haber estado más concentrado, sin conceder regalos, y poner a los serbios al límite, pero les dio oxígeno: 0-9 para el 41-46. Marjanovic empezó a sembrar el pánico en la zona (le hicieron faltas absurdas a destiempo para brindarle canastas y adicional) y llevó a los visitantes por ventajas en torno a los cinco puntos. .
Hubo una técnica a Germán Gabriel. En una fase de concesiones continuas, no hubo mucho un pestañeo destacable en el marcador, hasta que Grimau alcanzó dos jugadas seguidas de 2+1 a siete minutos para concluir, tras faltas de un inocente Nelson: 65-64. El grito en el pabellón de los milagros era “Sí se puede” y Rogeeer”. El equipo se vio con la máxima diferencia en el momento que parecía para recordar (73-66 a -4:44).
El Estrella Roja boqueaba por el enorme desgaste de la Copa y un viaje terrible, con autobús incluido desde Madrid tras desviarse ayer su vuelo procedente de Frankfurt hacia la capital de España. Los tiradores del Estrella Roja encontraron tiros fáciles, en el intercambio de tiros libres no se asustaron (con 80-83 Bertans falló uno crucial) y todo se fue al garete. Final de la travesía europea de un club encantado de pasear por Europa, que ahora tendrá que cerrar la etapa con muchas sombras de Gorka Arrinda en la nave.
“Estamos muy decepcionados, para nosotros la Eurocopa era muy importante”, valoró Pueyo, que se revolvió ante los que digan que los rivales del Bilbao encuentran tiros fáciles cuando el equipo trata de proteger la zona o dar ayudas largas.