FC BARCELONA 102 - IBEROSTAR TENERIFE 60

Estreno perfecto: el Barcelona se divierte y guarda fuerzas

El equipo de Pascual sentencia en el primer tiempo, reparte minutos y se gusta con un recital de triples. El Iberostar Tenerife, desbordado desde el segundo cuarto.

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ACB

El Iberostar Tenerife ya era la Cenicienta de la Copa y este partido ya era a priori el más desequilibrado de cuartos… antes de que Sekulic pusiera rumbo a Turquía. Al equipo de Alejandro Martínez le afeó la paliza pero su mérito, descomunal, es salir en la foto de los ocho mejores. Quiso mantener su estilo, valiente, pero no pudo competir. Chocó contra el vértigo de su primera Copa desde el 88 y chocó contra la historia. Tenía que derrocar al campeón, un Barcelona que busca su decimoquinta final seguida en competiciones ACB y contra el que el equipo canaria suma ya 16 derrotas en 16 partidos. Sí: era demasiado.

Tampoco aparecieron Rost ni Richotti y Uriz fue el más regular de un equipo que sobrevivió en el primer cuarto sólo porque el Barcelona tuvo un par de bajadas de tensión prematuras. En el segundo, el partido saltó por los aires: 54-34 al descanso. En cuanto el Barça dejó de conceder rebotes y tiros libres y enlazó una buena racha de triples. Nada más, las cartas ya se habían barajado en un duelo que dejó el punto 400 de Navarro en Copa, todavía por detrás de Villacampa (491) y Epi (451).

Para el Barcelona el estreno en la competición fue ideal, más cuando tiene que jugar sin día de descanso. Nadie jugó más de 20 minutos y su esfuerzo fue enormemente inferior al del Valencia Basket, que se dejó jirones de piel para remontar al Laboral Kutxa. Más: el equipo azulgrana no sólo se desgastó lo justo sino que se divirtió (102 puntos, 132 de valoración) en un partido en el que puso parches en algunos de sus males endémicos del primer tramo de la temporada. Controló las pérdidas incluso cuando el partido cayó en el correcalles destensado en el segundo tiempo, gobernó el rebote a su antojo (46-29, sólo tres en ataque del Tenerife superado el primer cuarto) y afinó la puntería con su récord de triples en Copa, 14, y unos porcentajes brillantes (14/26).

Todo buenas sensaciones, que es lo más que podía sacar el equipo de Pascual del partido una vez que se lo metió en el bolsillo después de un primer tiempo gobernado por el toque de corneta de Huertas. Un Barcelona que corre y anota por fuera es un Barcelona temible, más si le suma una solidez defensiva que ha ido apareciendo con el año nuevo, un buen partido integral de Papanikolau y un recital de mates atómicos y rebotes siderúrgicos de Dorsey.

Pero de todos los datos del partido seguramente Pascual se quedará, al margen de esa fina lluvia de triples que empapó al Tenerife y a la que se sumó incluso Pullen, con esos menos de veinte minutos en pista de todos sus efectivos. El Valencia será otra historia seguro. Se repite la última final: la ganó el Barcelona; Y se repite el duelo del pasado domingo, uno de los más bonitos que se recuerdan en Liga Regular: ganó el Valencia. Uno de los dos tendrá venganza, fría la valenciana o express  la azulgrana. Pero lo que es seguro es que el Barcelona ha llegado a la Copa en buen estado de revista. Y en Málaga, donde todavía no ha perdido ningún partido en esta competición (dos ediciones, dos títulos). Malas noticias para sus rivales.