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CAJASOL 80 - GIPUZKOA BASKET 59

Un gran Cajasol vapulea en Sevilla a un deprimido Gipuzkoa

El Cajasol cimentó el triunfo desde la defensa y deshace el empate a ocho victorias con su rival en la pugna por meterse en puestos de playoff.

El pívot checo del Cajasol Ondrej BalvinTrata de taponar la entrada del alero estadounidense Jason Robinson, del Gipuzkoa Basket, durante el partido de la Liga Endesa jugado esta noche en el Palacio de los Deportes San Pablo de Sevilla.
El pívot checo del Cajasol Ondrej BalvinTrata de taponar la entrada del alero estadounidense Jason Robinson, del Gipuzkoa Basket, durante el partido de la Liga Endesa jugado esta noche en el Palacio de los Deportes San Pablo de Sevilla. Julio MuñozEFE

El Cajasol plasmó la mejoría de su juego en un triunfo muy cómodo sobre un GBC al que el golpe de quedarse fuera de la Copa en el último metro de la carrera de la primera vuelta le ha afectado más de lo esperado. En un partido entre equipos situados en las inmediaciones de la zona playoff, los sevillanos fueron más decididos y demostraron tener un equipo mucho más largo.

El GBC empezó muy concentrado, de la mano de Doblas (11-18) y su primer cuarto fue pleno de acierto. Pero entró Franch, anotó cinco puntos seguidos y empezó a remover el juego; en los cuartos centrales el conjunto de Sito Alonso fue perdiendo fuelle, con el pívot cántabro como único argumento, y se quedó en veinte puntos entre ambos períodos, los mismos que en la manga inicial. El 4/21 en triples (19%) le hundió en la miseria. Los 17 puntos de Doblas eran un islote en el general del 54-40. Landry, jugador de peso pero con movimientos interesantes y un tiro efectivo lanzándose hacia atrás, encadenó dos triples seguidos para el 63-43 con dos minutos consumidos tras el descanso.

La defensa visitante fue perdiendo nivel, la zona no tenía consistencia, había problemas en el rebote y Aíto sí pudo celebrar con una victoria sus ya más de 40 años en los banquillos. El GBC echó de menos a Robinson, al que la Liga ya mira de otra forma y las defensas se ajustan sobre él, y sus pérdidas por marear la bola en primera línea permitieron contraataques del perímetro verde, especialmente de Satoransky y Sastre, para alcanzar el 71-48. Luego la diferencia creció un poco más, hasta los 24 puntos de la jugada previa a dos ataques finales, uno por bando. El Cajasol superó con amplitud el average con los guipuzcoanos, que era de -5.