NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

BILBAO BASKET 80 - VALENCIA 83

El Valencia, más cerca de ser cabeza de serie en la Copa

El Valencia Basket ganó en un emocinante final a un Bilbao al que le desactivaron a Raúl López. El Valencia se consolida segundo de la Liga Endesa.

Bilbao
El Valencia gana al Bilbao Basket
El Valencia gana al Bilbao BasketMiguel ToñaEFE

Ni las bajas echan para atrás al segundo de la Liga Endesa. Sin Lishchuk y Aguilar, el Valencia consolidó la plaza posterior al intratable Madrid y acaricia el billete como cabeza de serie en la Copa tras sumar en Miribilla un triunfo muy sudado, aprovechando su acierto al final y un par de errores del Bilbao, al que le desactivaron a Raúl López, su principal guía.

El Bilbao empezó parado, vestido de rey mago, contagiando su defensa de mantequilla (una vez más con ayudas muy largas que dejaban en el lado débil a un tirador solo), con un ataque muy hierático. Y el Valencia se fue a unos porcentajes de otra galaxia. Con 4-12 en cuatro minutos, Pueyo tuvo que parar y llamar la atención en un tiempo muerto. El duelo Mumbrú-Sato echaba chispas. El reputado alero de Bimbo (su lugar de nacimiento, no es que esté hecho de pan de molde) juega por encima del aro y eso es impagable en un tres. Sin embargo, incendió Miribilla con su exceso de fogosidad. Con el 6-15 los hombres de negro dijeron basta. Bertans inició el desfile de la segunda unidad, brillantísima en este caso. Y Grimau desde el uno hizo de esas cosas imprevisibles que nadie saber defender. Así se llegó al 15-17. Hasta Pueyo admitió que le generó dudas la temporada de Roger, pero en espectáculos como el de hoy se despeja cualquier sombra. El Valencia estaba centrado en anular a Raúl López, algo que logró, y tampoco parecía importarle lo que hiciera su suplente.

Bertans fue un puñal en el uno contra uno. Van Rossom lo veía pasar en las penetraciones. El Valencia fue letal en el arco del triple: 9/13 llevaba en el 39-44. Todos habían anotado uno, excepto el efímero Triguero y Sato. Los locales empezaron a mandar a seis minutos del parón largo: 37-33. El Bilbao cerró la pintura y el Valencia anotó una sola canasta de dos en veinte minutos, en los cuartos centrales.

El descanso abrió la puerta a las oscilaciones: un 2-11 de salida (49-59) dio paso luego a un 9-0 (58-59). Partido a cero cuando todo arrancó en el último acto: 62-62. La zona 1-3-1 no carburaba, aunque Peras decidió mantenerla. En la hora de los valientes, siempre se despierta un coloso llamado Mumbrú, que metió un triplazo cayéndose cerca de la línea lateral. Un 10-0 tras bandeja de Grimau parecía el parcial definitivo: 74-67, a falta 7:17. El Valencia vivía de su gigantesco talento ofensivo. La defensa, anclada a Triguero, la dejó para ese suspiro final, en el que castigó las contadas pérdidas del Bilbao en la matinal: propiciaron dos contraataques.taronja para regresar a la faena tras otra vuelta de tuerca hacia el otro lado: 0-7 y empate a 74. Esos dos balones extraviados, con los visitantes metiendo manos y saliendo al paso, fueron claves. Los nervios se apoderaron de la escena y entró en liza el músculo, el físico, con dos minutos en blanco gratinados con cinco fallos en el tiro y dos pérdidas.

El 80-79 vivió otra jugada clave: a 25,1 segundos se resbaló Bertans. Esta vez el Bilbao eligió hacer personal, frente a lo ocurrido en Murcia, que dejó maniobrar al enemigo y eso le arruinó. Raúl le concedió tiros libres a Lafayette, que metió los dos con 17,5 por desplegar. En la jugada final, nuevo infortunio vizcaíno: el mago de Vic se fue para adentro, y quiso doblar a Bertans hacia un lateral, pero este inició un fulgurante movimiento al centro en busca del triple frontal y el balón se perdió en la banda. Una falta posterior sobre Ribas a dos segundos y medio puso el 80-83. Mumbrú pudo tirar desde lejos en busca de la prórroga pero no hubo cesta.

Mientras, la grada apenas se pronunció ante la crisis que atraviesa el club, que impedirá pagar las nóminas por ahora. Hace falta un millón y medio para solventar los problemas de tesorería. El consejero delegado, Gorka Arrinda, reiteró en ETB que la búsqueda de un espónsor nominal no es cosa de los directivos y metió más presión a la clase política: “Es una cuestión de ciudad, de provincia, una apuesta de baloncesto como marca de país, gestiones que no se pueden hacer desde el consejo. Lo que podemos trabajar a nivel de cancha y la permanencia de las pequeñas empresas, está garantizado al cien por cien”.