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HERBALIFE 63 - GIPUZKOA 56

El Herbalife Gran Canaria no mejora pero sigue ganando

Batió en un partido feo a un gris Guipuzkoa Basket que pierde tras cuatro triunfos consecutivos. Ambos equipos tuvieron pobres porcentajes de tiro.

Tomás Bellas, ante Javi Salgado.
Tomás Bellas, ante Javi Salgado. Elvira Urquijo A.EFE

Después de su mal partido en el Palau Blaugrana, el Herbalife Gran Canaria despidió 2013 sumando su novena victoria al derrotar a un Guipuzkoa Basket que ve truncada así su racha de cuatro triunfos consecutivos. Como suele últimamente, ofreciendo una imagen lejana a lo que de él se espera, el equipo isleño vio como los visitantes flaquearon en el tercer cuarto, lo que aprovechó para abrir brecha y contener hasta el bocinazo final.

El guión que se esperaba en el cuadro de Sito Alonso se cumplió desde el comienzo del choque. Doblas percutía en la pintura y Robinson en el exterior. Eso permitió que el habitual empuje canario en los arranques de partido (10-6, min.6) quedara reducido a nada, incluso con ventaja para los donostiarras, 14-15, al final del primer cuarto.

El Granca mandaba testimonialmente, pero, como desde hace ya mucho, las buenas sensaciones le eran ajenas. La buena defensa vasca no le permitía tiros cómodos, si acaso alguno lejano que no conseguía embocar. Y también eso le fallaba a los locales, la defensa, lo que les ha distinguido siempre que les han ido bien las cosas.

Pero pese a esa rara coyuntura y a la aparición de Raulzinho Neto, Guipuzkoa Basket no supo aprovecharse, y después de colocar el 22-26 volvió a despistarse y a ceder, por lo que al descanso los amarillos respiraron algo dentro de su incomodidad con el 28-26. Primera parte tosca, mala.

La reanudación trajo sobre la marcha un parcial 9-0, para el 37-26, apoyado en Bellas y Hansbrough, y aunque Robinson intentaba tirar de los suyos, los grancanarios echaban más casta que otra cosa para ir derritiendo al Guipuzkoa Basket. Báez continuó con el trabajo sucio y Newley se enchufó, y las distancias crecieron hasta los 14 (45-3, min. 27).

Pese a la reacción guipuzcoana, reduciendo a la mitad la desventaja antes de llegar al último acto, 46-38, la cosa parecía sentenciada. Y así fue. El Herbalife bajó el culo en su zona y eso, antes los paupérrimos porcentajes de ambos equipos, fue más que suficiente. Y los de San Sebastián pusieron encima de la mesa algo de Robinson, algo de Salgado… muy poco para asaltar La Roca, aunque esta no viva su momento más álgido. El último periodo transcurrió con una renta sobre los 10 puntos, y el duelo languideció sin sobresaltos.