Herbalife Gran Canaria 58-CAI Zaragoza 55
Un triple de Oliver decide un duelo tenso en Gran Canaria
El choque se decidió en el último segundo. El pívot local Walter Tavares fue el mejor del encuentro con 8 puntos, 13 rebotes, 3 tapones y 24 de valoración.
Séptima victoria del Herbalife Gran Canaria después de un sufrido y flojo partido ante un CAI Zaragoza que no se rindió nunca, y al que solo el gran trabajo de Walter Tavares y Ben Hansbrough y la decisión final de Oliver hicieron doblar la rodilla (58-55).
El arranque del choque trajo muchas imprecisiones y muy pocos puntos, lo que aprovechó el equipo local para dar el primer arreón con el 9-2. Tavares incomodaba a Shermanidi y el dominio en el juego era para los amarillos. Sin embargo, una zona ordenada por Abós permitió a los suyos rehacerse y poner el 11-10 con un triple de Roll, antes de que otro triple con adicional de Hansbrough cerrara el primer acto (15-10).
El choque no mejoró luego, y solo el propio Hansbrough exhibía acierto exterior ante los pésimos porcentajes de los dos equipos. Nacho Martín se iba entonando con respecto a partidos anteriores (10 puntos en el cuarto), lo que dio su máxima ventaja al Granca justo antes del descanso, 33-22, aunque Shermanidi tras rebote ofensivo y sobre la bocina recortó esa renta.
Los maños reaccionaron en la reanudación con Jones como estilete (35-32), pero Newley sacó a relucir su energía habitual y con dos canastas seguidas volvió a separar a los canarios (41-32, min. 15). Y otra vez los zaragozanos haciendo la goma, esta vez por medio de dos grandes acciones de Tabu. Además, un triple suyo puso al CAI por delante, lo que no ocurría desde el 0-2. El parcial del cuarto fue 10-20, para el 43-44 con el que se cerró el mismo.
Con solo diez minutos por jugar, los aros parecían cerrarse, con las defensas y los nervios por encima de cualquier otra cosa. En siete minutos, 10 puntos entre ambos conjuntos (49-48). Dos tiros libres de Eulis Báez, ya dentro del último minuto, colocaron el 53-50, pero un bombazo de Sanikidze empató el duelo a falta de 34 segundos. Tras el tiempo muerto, le funcionó la pizarra a Pedro Martínez y Báez anotó fácil debajo del aro. Restaban 24 segundos. También la idea de Abós cuajó como este pretendía y Llompart asistió para los dos puntos de Jones. 55-55 y 11segundos. Y ahí apareció un superclase llamado Albert Oliver. Casi desde su casa y con toda la convicción del mundo, clavó un triple que quizás valga un billete a la Copa. Roll, en medio segundo, fue capaz de equilibrarlo, pero el instant replay dejó ver que su canastón no era válido. Alegría amarilla.