GIPUZKOA 69 - UNICAJA 61
El Unicaja tenía la cabeza en Siena y cayó ante el GBC
Gran partido de Doblas para someter a un equipo sin tensión tras el subidón de la Euroliga. Ambos equipos llegaron igualados a los minutos decisivos. Tercera derrota malagueña.
El Unicaja debía tener la cabeza en Siena, porque de lo contrario no es fácil entender su actitud en San Sebastián. El GBC puso más raza y, liderado por Doblas y con el auxilio en momentos claves de un Winchester que aparece por fin, solventó la papeleta tras un 8-0 que le llevó a igualar a 41 y creer en la victoria. El pívot cántabro es uno de esos jugadores de perfil medio al que el baloncesto no le valora con justicia.
RESUMEN
Gipuzkoa Basket(14-16-14-25): Neto (7), Cortabarria (3), Robinson (8), Ramsdell (11), Doblas (19)- cinco inicial- Winchester (12), Olaizola, Salgado (3), Hanley (6), Motos.
Unicaja (14-19-11-17): Granger (16), Suárez (11), Vidal (7), Caner- Medley (4), Hettsheimeir (1)- cinco inicial- Fran Vázquez, Sabonis, Urtasun, Toolson (7), Kuzminskas (2), Stimac (3), Calloway (10)
Árbitros: Bultó, Guirao, Rial. Eliminaron por cinco personales a David Doblas.
Incidencias: Encuentro disputado en el San Sebastián Arena 2016 ante 6.000 aficionados.
Y eso que todo arrancó igualado en Illumbe, a tanteo bajo, como le gusta a Joan Plaza. Granger abrió fuego con la muñeca caliente y Doblas fue avisando de que en su casa manda él. El pívot del GBC acabó los primeros diez minutos con diez puntos y 15 de valoración. Todo el armamento interior de Plaza, rozando el caché de Top-16, se vio imponente para frenarle. El equipo costasoleño empezó endureciendo la defensa y estuvo mucho más acertado en el rebote en la primera parte. Los de Sito Alonso llevaron a cabo una buena labor de equipo para terminar con empate a 14 el primer cuarto.
El GBC enseñó dos caras en el segundo acto. Empezó con muy buenas sensaciones, intimidando al Unicaja y marchándose en el marcador hasta el 26-20, pero no protegió su pintura. Granger, destacado ante el Bayern, está cada vez mejor y se alió con Vidal, de vuelta con nostalgia a Donostia, para conseguir un parcial de 0-13 y ponerse por arriba (26-33). Después el Unicaja aprovechó una incertidumbre de los guipuzcoanos para marcharse en el marcador hasta el 33-41. Pero llegó la reacción local y el inesperado derrumbamiento verde. Dio la sensación de que los malagueños bajaron los brazos en cuanto vieron que había que meterse en guerrillas. Y que querían llegar con la carrocería intacta para el duelo crucial ante el Montepaschi.