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EUROCOPA | CHALON 81-BILBAO 79

El Bilbao se despide de Europa a las primeras de cambio

El Bilbao prosigue su caída con un horroroso partido ante un enérgico Elan Chalon. Mumbrú tiró a fallar un tiro libre con dos abajo, pero entró sin querer.

Txhicamboud ante Raúl López.

Hace nada Gorka Arrinda, el máximo accionista del Bilbao Basket, decía que la Eurocopa se le quedaba pequeña al Bilbao Basket. Parece que no tanto. Cinco derrotas seguidas han apartado al subcampeón del torneo. Y, lo que es más grave, abre una vía de crisis que habrá que ver si alguien de su cúpula se decide a atajar. Porque no parece tan sencillo defender una tesis: el equipo está fuera del torneo continental, tiene imposible llegar a la Copa y, dada su economía, mejor pensar en un año de transición, que con lo que hay bastará para sumar 12 triunfos, presumiblemente. ¿No se puede transmitir eso ya?

Tras un 4-0 que dejó medio encarrilado el pase al Last-32 y firmaba un 22-0 en la liga regular, el Bilbao ha hecho algo casi más complicado: perder en toda una vuelta y ante equipos de tres al cuarto como el Spirou y el Elan Chalon. Ahora mismo camina sin rumbo, demasiado dependiente de los momentos de genialidad de un Raúl López que acabará reventando si sigue el trajín actual. Significativa es la jugada definitiva en Francia, la que podía dar la victoria en la pista francesa. Mumbrú, al que se le puede acusar de muchas cosas pero nadie le puede negar su determinación para asumir la responsabilidad, cogió la bola y se fue a la guerra por su cuenta con una penetración muy forzada. Le esperaban. Previamente Hervelle falló dos tiros libres (una asignatura que mató a los bilbaínos) y Gabriel también estuvo poco acertado. Fueron tiros libres decisivos que encontraron el aro. Y, cosas del azar, cuando Mumbrú tiró a fallar uno con dos abajo, lo embocó sin querer con la tabla por medio.

Fue el colofón de un partido horrendo. El Bilbao fue incapaz de meterse en faena hasta el segundo cuarto. Empezó a verlas venir ante una salida enérgica de los franceses. Sin sistemas, todo en uno contra uno, lo que quería el Chalon, equipo plagado de atletas con poca materia gris para el baloncesto. El Bilbao hizo lo más difícil: ponerse por delante (50-59). Un botín que el año pasado daba aire, este, no. Y ahora tampoco se espera ese arreón final triunfante. Los detalles le llevaron a la ruina y Pueyo se fue a la derrota fiel a sus ideas: con enorme desgaste del núcleo duro y sin concesiones a los Vrkic, Grimau y Carmichael. Oldemburgo ganará mañana a Spirou Charleroi seguro, y con Cedevita y Sassari alerta, el Chalon, que cierra en Zagreb, lo tiene también muy crudo.