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BILBAO 72-ESTUDIANTES 55

El Bilbao sale del atasco en un gran homenaje a Banic

El Estudiantes aguantó tres cuartos y careció de argumentos ante un equipo más largo. Miribilla se rindió al croata-vasco y Bertans sufrió un pinchazo.

Marko Banic, ex del Bilbao Basket, ovacionado por el público en Miribilla.
Marko Banic, ex del Bilbao Basket, ovacionado por el público en Miribilla.JUAN FLORDIARIO AS
ACB

La nostalgia, ya se sabía, conmovió a todos en el preámbulo. Ovación cerrada a Vidorreta cuando salió a la cancha, toda una tradición, y coros animando a Banic. “El público cuando salgo a la cancha me recuerda que vuelvo a casa. Es un orgullo”, señaló el entrenador del Estudiantes. El croata más bilbaíno del mundo acabó entre lágrimas cuando le nombraron por megafonía y se levantó todo Miribilla para tributarle una gran salva de aplausos.

El Bilbao empezó más puesto y con un 5-0, y el Estu no festejó la primera canasta hasta los tres minutos de juego. Activos en primera línea, con buena circulación, el cuadro local se fue 14-7, con Mumbrú firmando siete puntos y dejando a Rabaseda en mal lugar. Eso sí, Alex pidió el cambio a los cinco minutos porque estaba extenuado. Vidorreta pidió más atención a Germán en el poste alto y al alero cuando posteaba. Los vizcaínos iniciaron las rotaciones y sin Raúl no encontraron tanta fluidez. Se pararon y Vidorreta empezó a tejer variantes para frenar el ritmo.

Mumbrú sufrió una antideportiva y fue el viento favorable que llevó hasta el 32-17. Luego Ivanov tuvo la suya y acercó al Estu a diez. El preparador colegial mandó presionar en toda pista cuando no estaba Raúl en la misma. El partido se trabó, era la única opción de los colegiales. Bertans sufrió un pinchazo, que le vuelve a cortar el ritmo, una desgracia para un equipo que necesita de su producción. Otra vez un solo base, así que Grimau tendrá que regresar a ese puesto o se acelerará un fichaje.

Pilepic esta vez si dio un paso adelante y con la gran dirección de Raúl se fueron en busca de la victoria en el último cuarto. Grimau y Hervelle formaron el núcleo duro. Del 41-38 se pasó al 59-42 sencillamente porque hubo concentración en el bando local y al Estu no le da la plantilla para más alardes. Todos los de Miribilla aportaron, el rebote fue vizcaíno y los Hombres de Negro cogen aire. Hasta Sergio Sánchez se sumó a la fiesta: el preámbulo de la obligación de hacer un pleno (dos de dos) en Europa. Todos se quedaron al final esperando a que Banic acabase el turno de entrevistas para darle el último abrazo. “Me siento un privilegiado por haber vivido esto, por ver que soy tan respetado".