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LABORAL KUTXA 82 - UNICAJA 75

Sufrido triunfo del Laboral Kutxa

Cuatro puntos de Pleiss y un triple inverosímil de Heurtel dieron la ventaja definitiva a los de Sergio Scariolo ante Unicaja en la recta final.

Sufrido triunfo del Laboral Kutxa
Sufrido triunfo del Laboral KutxaPaulino Oribe

Se enfrentaban en el Buesa Arena dos equipos heridos por la dura experiencia reciente de Euroliga. Laboral Kutxa cayó en Krasnodar ante Lokomotiv con un triple in extremis de Simon (ex Unicaja para más señas) y los malagueños mordieron el polvo en el Carpena ante Montepaschi también en el sprint final de su partido.

Comenzó el partido de cara para Laboral Kutxa. Desde el triple inicial del argentino Mainoldi, los andaluces nunca estuvieron por delante en el marcador (14-9, min. 7). Los interiores de Unicaja no podían parar a Pleiss (especialmente un desdibujado Hettsheimer) y el propio Mainoldi se encargaba de marcar las diferencias a base de triples. De hecho, la entrada a cancha de Fran Vázquez puso en evidencia el reinado del alemán en el poste bajo y, por otro lado, el teutón se fue cargando de faltas personales. Al igual que Fernando San Emeterio que penó desde el banquillo esa intensidad. El primer cuarto terminó 19-15.

La primera ventaja malagueña fue con el 19-21 (min. 13). Un demoledor parcial a favor de los andaluces los metió en el partido por méritos propios y demostraron sus ganas de sacar adelante el choque en un feudo complicado históricamente para los del Carpena. Las faltas de Pleiss obligaron a Scariolo a dar minutos al joven Ilimane Diop, un diamante en bruto que todavía hay que pulir pero, a día de hoy, siempre cumple y da la cara. Sus choques con Stimac fueron de baloncesto de los viejos tiempos. Pivots que sacan chispas en el juego y que, una vez pitada una acción, hay que separarlos porque pueden llegar a las manos.

Tras el descanso (al que se llegó con empate a 35) se reordenaron las piezas. San Emeterio (con dos triples y dos tiros libres) y Jelinek (con otro triple) estiraron un poco la goma pero no lo suficiente como para romper el partido (52-50, min. 26). Unicaja también daba el do de pecho y seguía metido en la batalla.

El tercer cuarto finalizó con un 60-59 que presagiaba una lucha abierta pero los locales arrancaron el periodo final mucho más centrados (con un parcial de 8-4 que dejaba el luminoso en 68-63, min. 36). Con el empate a 70, Calloway y Granger cometieron un par de pérdidas ridículas y Heurtel consiguió un triple digno del Circo Price. Trató de asistir (via alley hoop) a Pleiss y acabó consiguiendo una canasta de tres que no se creerá ni él cuando se lo cuente a sus nietos.

La mala gestión en ataque de los malagueños (dos triples errados por Calloway) y la efectividad de los vascos en los tiros libres (recibieron muchas faltas en los últimos minutos y fueron a esa distancia respondiendo con efectividad) hicieron el resto. La buena defensa de los de Scariolo en los últimos instantes y su solidez ofensiva desde todas las distancias acabaron por firmar la defunción de Unicaja en la matinal del Buesa Arena.

Scariolo se enfrentaba a un equipo que entrenó durante varios años y ante el que siente especial predilección vital (aún mantiene su casa en Marbella). Perder ante Unicaja le habría escocido especialmente. En el otro bando, el capitán legendario de los vascos (Sergi Vidal) no pudo firmar una buena actuación pero fue aplaudido y vitoreado por la grada vitoriana en su reconocimiento a la labor realizada en la capital alavesa.