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EUROCOPA | BILBAO 77 - CHALON 67

El Bilbao alcanza el 22-0 en la liga regular de la Eurocopa

El Chalon francés, muy tierno, apenas inquietó y los veteranos del cuadro vizcaíno sentenciaron en el tramo final. Kavaliauskas fu el más valorado (19).

Bilbao
Hervelle y Kavaliauskas defienden a un jugador del Chalon.
Hervelle y Kavaliauskas defienden a un jugador del Chalon.EFE

El Bilbao Basket alcanzó ante el Elan Chalon la victoria 22 en la fase regular de la Eurocopa. Y cero derrotas. Un récord imbatible en un torneo al que le tiene cogida la medida. Y un marco que siempre le ha deparado grandes noticias, ahora que la Liga Endesa le oprime en la parte más baja de la tabla. El baloncesto francés no pasa por buenos momentos, por mucho que el Nanterre ganase la semana pasada en el Palau. El Chalon metió en el banquillo hace cuatro días a un nuevo preparador (Choulet) en busca de una reacción, pero apenas inquietó a los Hombres de Negro. Se encontró demasiado pronto con un toro bravo para él. 

Pueyo aprovechó para ir puliendo una defensa tres-dos y esta vez no utilizó a Grimau de base. (“Quiero que Roger rinda bien en la posición que sea, si está más cómodo de alero, mejor. No hay que insistir con una cosa porque sí”, remachó el entrenador bilbaíno). Carmichael no jugó y cada vez está más fuera. Fue castigado. “Tiene que mejorar y he creído más adecuado que haga esa rotación Samb. No tengo ninguna queja de su actitud ni su trabajo. No tenemos más remedio que tener paciencia”, enfatizó el técnico. 

El partido fue tedioso. En ese bosque espeso, hubo cosas curiosas: como tres luchas en tres minutos, un lance del juego que no existe en ACB. Simplemente por la calidad individual, se fue de forma holgada (43-24) y se pudieron hacer muchas rotaciones, para dar ritmo a Vrkic y recuperar para la causa a Samb. De todos modos, Pilepic y el propio Vrkic (dos tiros entre ambos, los dos del croata) tienen que tomar más protagonismo desde la rotación para que el equipo crezca. Tras el descanso, el equipo vizcaíno se relajó, se despistó en el rebote y los galos empezaron a creérselo y subir porcentajes: a falta de ocho minutos, estaban a siete y tuvieron el tiro para acercarse más. Pueyo puso en liza al quinteto de la gloria (Raúl, Grimau, Mumbrú, Hervelle y Gabriel) para sentenciar.