BARCELONA 81 - GUIPÚZCOA 74
El Barça sigue en el laberinto
Un excepcional último cuarto de Huertas lidera la reacción de un Barcelona que jugó otra vez más de medio partido pésimo. El Gipuzcoa llegó agotado al final.
La buena noticia para el Barcelona es que marcha 4-0 en la Liga Endesa, un dato que parecía casi de sentido común en el arranque de la temporada pero que es poco menos que un milagro a la vista del sufrimiento con el que han llegado esas cuatro victorias. Menos de 72 horas después del costalazo ante el Nanterre, el Palau volvió a temerse lo peor: 41-51 después de casi 27 minutos de otro esperpéntico partido del Barcelona, esta vez ante un Gipuzcoa Basket que sumó su sexta derrota seguida en cancha azulgrana pero que tuvo esta vez cerca el triunfo (73-72 en el último minuto) después de acumular demasiadas palizas rematadas con el 98-50 de la temporada pasada. Esta vez la historia fue distinta y el partidazo de Robinson (26 puntos) le pudo guiar a un triunfo por el que apenas apostaba el 1% de los jugadores del Quinibasket.
Pero es que no se trata de cómo de mal está el Barcelona, se trata de que no está. Ganó y está 4-0 pero necesitó un último cuarto de 28 puntos y un segundo tiempo estratosférico de Marcelinho Huertas, que anotó 19 de sus 21 puntos tras el descanso y 13 en ese último período en el que enlazó canastas imposibles y buenas jugadas de ataque, con ritmo alto y esquema simplificado: penetraciones y balones a Tomic, una fórmula básica pero ganadora toda vez que otra vez al Barça le abandonó de forma lastimosa el tiro exterior: 1/15 en triples, el único conseguido curiosamente por Pullen, que pasó de puntillas por un primer cuarto que, más allá de los puntos de calidad de Lampe y Abrines, devolvió al Barcelona al laberinto de sus últimos partidos, tal vez los peores de toda la era Pascual. Pérdidas de balón absurdas, faltas que esconden las lagunas de concentración y conceptos en defensa, una incapacidad para cerrar el rebote en su aro que resucita a sus rivales y una rotación en la que sigue pareciendo que sobran jugadores y faltan roles. Y así el Barcelona parece empeorar más que mejorar partido a partido por mucho que esta vez le salvara el acelerón de Huertas y la aportación final de Tomic y un Navarro que sigue repartiendo cal y arena mientras recupera ritmo de competición.
La reacción del último cuarto dejó más mensajes. Se propulsó sin ningún fichaje en pista, con Abrines mejorando la defensa de Papanikolau, otra vez muy gris, sobre Robinson y Todorovic reinsertado en el juego para acompañar a Tomic. El montenegrino fue una bendición en defensa y en la protección del aro de un Barcelona que jugó con él sus minutos más potables en defensa. Jugadores y roles: Todorovic quizá no haga los números de Lampe pero seguramente debería tener más presencia en la rotación. Desde luego y ahora mismo más de la que tiene un Nachbar que sigue perdido en esa posición de 4 abierto que tanto dio al mejor Barcelona de Pascual y que ahora parece tan huérfana. El caso es que pasaron doce jugadores por pista, y falta por llegar Lorbek, pero el Barcelona sólo fue reconocible con un quinteto estable y de jugadores más complementarios. Queda mucho hasta que lleguen los partidos importantes y desde luego es probable que Pascual dé con la tecla. Descartar ahora al Barcelona para cualquier título sería tan ridículo como no reconocer que con su actual nivel no le llegará para las grandes batallas, ni las de Europa ni las domésticas contra el Real Madrid. Y el viernes llega al Palau el CSKA de Messina, otro transatlántico a la búsqueda de sí mismo. No hay tregua.