Asusta la facilidad del Real Madrid para gobernar partidos eligiendo con precisión quirúrgica el arma a emplear, cambiándola de un periodo a otro si es necesario. Más que una plantilla, un banquillo, tiene ahí en el lateral de la pista el polvorín completo de James Bond. Un arsenal del que salió Mirotic para anotar en el primer cuarto 15 puntos sin fallo, un alarde de velocidad y movimientos, un repertorio que hundió al italiano Melli, rival de generación, contra el que ya había descargado en el Eurobasket Sub-20. ¡Qué cruz!, pensará el de Reggio Emilia. Y lo que te rondaré, morena.
Exhibición a la que se agarró el Madrid, pese a no arrancar en lo colectivo (25-20). Pero entonces, con todo el Armani Milán soñando con Mirotic, Laso le mandó al banco y optó por un quinteto duro de pelar en la retaguardia, reboteador, con Sergio Rodríguez a los mandos del ataque. El Madrid despegó y alcanzó la velocidad del sonido en un suspiro, aunque al viejo Olimpia le pareciese una condena eterna. Todo su trabajo para taponar el contragolpe local se deshilachó como un jirón de ropa vieja. Maniatado y cegado por el resplandor blanco, no veía aro y su rival galopaba barba al viento, la del Chacho, por supuesto. Gran trabajo de Slaughter, de un Reyes al alza, de Darden… mientras que Carroll y Sergio se picaban por alcanzar ese nivel defensivo. Apenas dos canastas en juego del Armani en más de siete minutos y medio mandaban al garete su plan. Ni juego abierto ni unos contra unos. Apagón analógico, desconexión total.
Luego llegaría Rudy para golpear el aro del Milano como si fuera un yunque. Otro KO en el Palacio. Tras los 34 al Valladolid, los 33 al Baskonia, los 40 al Bamberg (sí, sí, ese equipo que la pasada jornada en el recinto de Goya pareció una banda y que ayer tumbó al millonario Efes: 88-86), el Madrid tampoco defraudó en esta jornada: 19 al Armani Milán (93-74). Resultado que deja al equipo italiano en mejor lugar de lo que algunos creen. Quizá este año sí lo veamos en el Top-16.
Justo cuando los de Laso utilizaban el último cuarto para desacelerar, Mirotic se marchaba al banco ovacionado por 11.000 gargantas sin haber errado un mísero tiro: 19 tantos y 28 de valoración. Otros cuatro compañeros aportaron diez o más puntos. Los más veteranos empiezan a pensar que el Madrid de Pedro Ferrándiz ha vuelto. Aún es pronto, porque las notas siempre llegan en junio, pero el inicio blanco es arrebatador. Sólo el vigente campeón, el Olympiacos, y el Fenerbahçe de Obradovic se mantienen también invictos en esta Euroliga. Soñar es gratis.
