Da igual que el Olimpia de Milán, ahora Armani, en el pasado Simmenthal, Simac, Phillips, Tracer, Stefanel... encadene 17 años sin llevarse un gran título a la boca, porque “un Real Madrid-Milán siempre será un duelo de los grandes”, opina Pablo Laso. “El cartel de jugadores del equipo italiano está al más alto nivel europeo. Apostaría porque este año se van a meter en el Top-16, pero no soy muy bueno pronosticando —dice el técnico—. Juegan con un pívot abierto (Wallace o Melli) para generar espacios y situaciones de uno contra uno para Langford, Jerrells, Gentile, Haynes y la aportación de Moss, algo que a veces nos cuesta defender. Una gran prueba para nosotros”. 

Títulos. Un duelo entre dos clubes con un palmarés conjunto que colapsaría cualquier sala de trofeos: 56 Ligas, 11 Copas de Europa, 7 Recopas... Y un jugador protagonista, Bourousis, que ha vestido las dos camisetas, la del Milano las dos últimas campañas y ahora la blanca. Fichaje apreciado por la grada y por su técnico: “Su adaptación es muy buena porque desde fuera ya conocía al equipo. Se ha acoplado rápido, pero aún puede mejorar en algunos aspectos, en muchos”. 

El pívot cree que “haber pasado por Milán antes de llegar a Madrid ha sido clave para aprender a jugar fuera de Grecia”. Esta noche (20:45, Canal + D) viviremos una batalla de presente con un pasado glorioso. 

No hay dudas con Pablo Laso.

Laso acaba contrato en junio y no ha renovado, pero en el club lo ven como un mero formulismo. El técnico seguirá al frente del equipo blanco.

El Olimpia Milán fue campeón de Europa con el senador Bill Bradley.

Hay un capítulo especial en la rivalidad entre el Madrid y el Olimpia Milán que se vivió hace casi medio siglo. El club italiano se coló en la Final Four de 1966 tras superar a los blancos en el partido clave con 27 puntos de Bill Bradley. Un jugador americano que había deslumbrado en la Universidad de Princeton y para el que la formación académica era tan importante como su carrera deportiva. Así, antes de dar el salto a la NBA, donde ganaría dos anillos con los Knicks, se fue a Oxford, Inglaterra, a seguir estudiando. Su nombre había traspasado frontreras y al histórico Cesare Rubini, rival en el banquillo de Pedro Ferrándiz, se le ocurrió proponerle a Bradley que defendiera al Milán sólo en la Copa de Europa. Viajaba en avión, jugaba y volvía a Londres. Aceptó y el Olimpia ganó su primer título continental. Luego, Bradley sería senador y en 2000 llegó a entrar en la carrera por la presidencia de EE UU dentro del Partido Demócrata, pero le batió Al Gore.