El calendario le ofrece al Barcelona una excelente oportunidad para ir engrasando una maquinaría que todavía no ha arrancado. En los próximos once días juega cuatro partidos seguidos en el Palau, con un puerto de categoría especial (CSKA) en medio de un trazado favorable que le debería servir para coger impulso: Gipuzkoa Basket, CB Canarias y Nanterre, una de las cenicientas de la Euroliga.

Sólo lleva tres temporadas en la máxima categoría del baloncesto francés, pero la pasada campaña dio la campanada al hacerse con el título desde el octavo puesto de la fase regular. En la primera jornada aguantó tres cuartos al CSKA (59-62), pero en la segunda se estrelló ante el Partizán (73-43).

Es un equipo que funciona a ráfagas de acierto exterior, con un viejo conocido ACB como Gladyr, y que tiene como mejores bazas a Thomas, Traore y sobre todo a Daniels. El triunfo es innegociable para un Barça­ que quiere seguir ganando automatismos y confianza en un partido que servirá también para ver de nuevo en acción a Hezonja, después de sus excelentes minutos ante La Bruixa d'Or Manresa.