El Estudiantes dio la primera de las alegrías que prometió Vidorreta a su afición ganando a un débil Valladolid con la magistral dirección de Quino Colom y el gran trabajo de sus pívots Banic, Ivanov y Nogueira. Al equipo colegial, en construcción, le bastó con eso y con la irrupción paulatina de Kuric para superar a un conjunto pucelano que aún no ha puesto los cimientos para poder competir en mejor Liga de Europa. El martes perdió a su fichaje estrella, Luther Head, que alegó una depresión que parece haber contagiado a unos ya excompañeros, a los que apenas ha conocido. Les falta alma y solidaridad para no venirse abajo cuando vienen mal dadas. Casi no han tenido tiempo para unirse y puede que lo acaben consiguiendo, pero pinta mal la cosa. El Estu sonríe, iluisona Colom (récord personal de valoración sus 28 puntos) y Banic apunta a ídolo. Sólo falta que se anime Rabaseda, pero se le ve intención.

Ambos equipos brindaron un ameno intercambio de canastas en los dos primeros cuartos, con más alegrías en ataque que trabajo defensivo. Terreno propicio para jugadores que se buscan bien la vida para anotar, como Ivanov y Banic, en el bando colegial, y Wright y Vasilopoulos, en el pucelano. El equipo de Ricard Casas, mucho más suelto y con las facilidades que no tuvo ante el Madrid, sobrevivió a la buena dirección y los puntos de Colom en el Estu gracias a un par de rebotes ofensivos de Haritopoulos y al atrevimiento de Omari Johnson. Nogueira aún está lejos de sacar partido a sus 2,13 que se convierten en 2,30 cuando estira los brazos, porque le cuesta saltar debido a su maltrecha rodilla izquierda, pero ante el aro rival va sobrado si se mide a pívots más bajos. Así se permitió machacar el aro en un pick and roll con Colom. Pese a los problemas para cerrar el rebote defensivo, los de Vidorreta llegaron al descanso con ventaja (40-38).

El Estu tomó aire desde la defensa y con buenos minutos en ataque de Nogueira, que rebañó todo balón que tuvo a su alcance para sumar canastas que su equipo daba por perdidas. Vilhjalmsson y Porta impidieron que el despegue del Estu fuera mayor. A falta de diez minutos, los del Ramiro ganaban por ocho gracias a una canasta de pillo de Banic sobre la bocina (62-54). En esas diferencias se movió el partido hasta que un triple de Kuric empezó a dictar sentencia y doblegó la débil moral pucelana (74-59, minuto 34). Al final, Vidorreta pudo permitirse el lujo de sacar a los canteranos Juancho Hernangómez, Vicedo y Guerra para deleite de una afición estudiantil que tuvo un sábado feliz.