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BILBAO 82-CEDEVITA 77

El Bilbao se estrena con victoria ante el Cedevita de Zagreb

El subcampeón tiró de la magia de Raúl López y la determinación de Álex Mumbrú para evitar un susto en Miribilla ante el equipo croata.

Actualizado a
Los jugadores del Bilbao celebran la victoria.
PAULINO ORIBEDIARIO AS

El Bilbao Basket arrancó la Eurocopa con una victoria muy sudada ante el joven Cedevita de Repesa. El inicio de la travesía del subcampeón por el torneo que más le atrae fue un tanto deslavazado. Porque aún está en fase de acoplamiento. De aquí que le costara meterse en faena. Los ataques son espesos, cuesta dar velocidad al balón, hacerlo llegar a las manos precisas y al rincón adecuado. Hay pérdidas muy tontas casi sin presión enemiga que cuestan muchos puntos. Hasta un mago como Raúl López tiene que refugiarse en soluciones individuales en ocasiones cuando el cuadrante de ataque tortura a su equipo. Y atrás se dan ayudas muy largas y cuesta volver. A la hora de retomar la posición, el atacante ha tomado toda la ventaja y caen faltas como en un chaparrón.

En la primera parte se consintieron 23 tiros libres de los croatas y tres tan sólo de los bilbaínos, que acabaron ese período con cero robos de balón y más de un problema con el balance defensivo. Menos mal que el equipo de Repesa no andaba fino en la línea fatídica: 15/23 (65%). El exmadridista Marko Tomas tiene licencia para gastar los tiros que quiera, lo mismo que el ‘rookie’ Smith, un base con enorme descaro.

El Bilbao quiso imponer de arranque su mayor experiencia con Mumbrú, recogiendo el testigo del partidazo del sábado ante el CAI. Kavaliauskas trabajó muy bien a los grandes y Pilepic resurgió ante el equipo de su país. Los chispazos de Gabriel, que cada vez que cortaba sin balón sembraba el pánico, dieron cierta continuidad anotadora. Pero del 25-22 se pasó al 25-30 por esas desconexiones que aún arrastra el equipo. Durante seis minutos del segundo cuarto, el Cedevita sólo había anotado de tiros libres. También subsistía tocando todos los balones rebotados por el aro bilbaíno.

El siguiente chispazo llegó mediado el tercer cuarto. Hervelle anotó un triple y luego le imitó Raúl López: 52-48. Pueyo hizo un cambio cuádruple y la ventaja se estiró a los seis puntos. El base de Vic se adueñó del destino del estreno con una canasta de dos y un triple que se sacó de la chistera cerca del final del tercer cuarto (acumuló sin fallo hasta ahí 1/1 en dobles y 4/4 en canastas lejanas, para una valoración de 17). Mumbrú hizo un triple para romper teóricamente el partido: 64 56, pero otra vez el Bilbao hizo la goma para llegar al 65-61. Una antideportiva del cándido Ramljak permitió anotar un tiro libre y un triple de un acertado Hervelle para devolver la tranquilidad (68-61). Con 74-71, a falta de un minuto y medio, el reloj descontaba segundos a toda velocidad y el agobio invadió la escena. El balón llegó a manos de Mumbrú, anclado en la linea de 6,75 y de espaldas al aro. Se giró y cayéndose hacia atrás embocó un triplazo. Luego encasilló otro. Los genios están para estas labores.