El CAI estrena la temporada con un triunfo frente al Bilbao Basket

El CAI más serio que se recuerda por Bilbao se estrenó con victoria en la Liga Endesa y dejó en cero el bautismo del Bilbao Basket. Con dos bajas y aún las piezas sin ensamblar (el temporero Lukauskas estaba en la grada viendo a sus nuevos compañeros y Mumbrú forzó pese a sus problemas musculares), los vizcaínos apenas inquietaron a los pupilos de José Luis Abós, sólo en un amago de reacción en el tercer cuarto.

El CAI se agarró por dentro a Shermadini, un coloso que va a sorprender en la ACB. Lo hace todo bien: juega de espaldas con mucho talento, de cara no baja la bola nada más recibir para que no le interrumpan el movimiento de tiro, y puede jugar abierto a cuatro metros porque no le falta mano. El Bilbao lanzó ayudas largas tanto a los interiores como a los del perímetro, y el cuadro zaragozano aprovechó para llevar la bola a las esquinas para ejecutar desde la larga distancia. Sanikidze, otro georgiano, estuvo certero y rebatió aquello de que los debutantes en ACB (aunque él jugó un año, pero poco. en Estudiantes) deben pasar un período de rodaje. Aquí el que es bueno no precisa de milongas de esas.

El Bilbao ha viajado por la pretemporada con algunos desajustes, en parte por las ausencias de los internacionales y en cierto modo por las nuevas incorporaciones en un engranaje aún desajustado. Y en el estreno de la Liga consintió demasiados puntos en la primera parte: 50, con dos tantas de 25. La ventaja visitante se fue estirando hasta el 38-50 cerca del descanso.

Un triple de Raúl y otro de su compadre Mumbrú encendió Miribilla: 56-57, en el minuto cuatro del tercer período. La pista hacia la remontada estaba entregada. Y Grimau consolidó la reacción con un tiro en la zona a una pierna de esas patentadas por el exazulgrana: 59-59, con 14:22 aún por desarrollar. El CAI mantuvo el tipo, jugando con enorme criterio y sin acelerarse, sabiendo que Mumbrú iba para coloso: cerca del último acto el capitán de los Hombres de Negro lo bordaba con 18 puntos,7 rebotes y 4 asistencias, para valorar 30. A falta de 1:34 llegó el susto de la velada: Llompart se pegó un golpe tonto al buscar un balón y quedó aturdido.

El Bilbao perdió unos instantes el orden, lo que aprovechó el rival de nuevo para mandar en el luminoso: 66-76 a-6:34. Jones fue una termita para rematar el choque.

Raúl ofreció destellos de clase y garra y la platea irrumpió a coro con el nombre del genio de Vic. La gasolina se le acabó al cuadro de Rafa Pueyo, ya que hombres clave como Kavaliauskas, Mumbrú y Raúl soportaron una minutada. Al CAI nunca se le había dado bien Bilbao, pero el proyecto de este año es otra historia. La que se escribe en Europa.