El Madrid rompe al Estu en el tercer cuarto con un gran Rudy

El Madrid cumplió con su obligación como haría un oficinista de cliché. Se hizo el remolón de salida, pero acabó el trabajo a tiempo (86-69). Incluso le dio para adornar la victoria con algo de purpurina. Eso fue en el tercer cuarto, cuando neutralizó la gran arrancada del Estudiantes. Un acelerón que había puesto a los colegiales trece arriba camino del descanso (25-38). Ataques fluidos, con el búlgaro Dejan Ivanov, el base Colom y el exazulgrana Rabaseda (tres de los fichajes) de artilleros. El acierto colegial se unía a la desgana defensiva rival (19-28 en el primer parcial) hasta que Laso llamó al orden. Echó en cara a Mirotic, que había encadenado en un suspiro once tantos, que Ivanov le superara en cada ataque.

Los blancos endurecieron algo su defensa, pero al Estu le empujó la inercia (39-46 en el intermedio). Otra cosa fue en la reanudación, donde había que empezar de nuevo en frío y casi de cero. Sergio Rodríguez pisaba la pista por primera vez para agarrar el timón (el día anterior había tenido un mareo tras una jornada larga de entrenamiento y atención a los medios), y Bourousis reboteaba, trabajaba atrás y corría el contraataque como el 'tráiler' perfecto. Rápido y coordinado para su talla (2,10) y volumen (casi 120 kilos), el griego le da al Madrid una calidad anotadora de la que carecía en el puesto de 'cinco'. El mejor de todos, sin embargo, era Rudy Fernández: 22 puntos ya antes del final del tercer cuarto. Rompió una y otra vez en individual la defensa estudiantil, que zozobraba abrumada por un parcial de 25-4: 64-52. El Estu, en jaque, probó fortuna por última vez (68-59) y... no tuvo suerte porque Sergio Rodríguez rompió el boleto con un triplazo sobre la bocina de la posesión. 

El Madrid levanta de nuevo el Torneo de la Comunidad, una imagen que se repite rutinariamente desde hace 10 temporadas. Diez triunfos seguidos desde 2003 y 21 trofeos ya en el palmarés. Ahora, este viernes, le aguarda la Supercopa de Vitoria y el Bilbao en semifinales. El Estudiantes, por su parte, empeora su balance de pretemporada (2-7), aunque debe agarrarse a una muy buena primera parte. Con seis canteranos es lo que le toca, no parar de crecer de aquí a mayo. A pegar el estirón.