España bate a Francia gracias a un gran Sergio Rodríguez

Por superioridad en potencia de fuego y profundidad de banquillo, España, la Selección campeona de Europa, confirmó su superioridad ante el subcampeón, Francia, y esquivó un golpe psicológico. En Montpellier, el lunes, habrá una segunda oportunidad para los bleus, que allí recuperarán a Tony Parker, ayer de baja por un golpe en la rodilla.

En un combate espeso, apretado, España quedó en el lado bueno del fusil por simple superioridad en la cuenta de buenos jugadores. Y por la velocidad y chispa de algunos de esos buenos jugadores: Llull, Ricky Rubio... y sobre todos, Sergio Rodríguez: con siete puntos en los tres últimos minutos, el Chacho con barbas de rabino, hizo añicos el escenario de igualdad que se había mantenido hasta el 71-70 del minuto 35. Tras el 34-33 del decanso para España (con 16-23 en rebotes para Francia en el intermedio), los gallos franceses escalaron hasta 40-47: 0-8 de parcial en el arranque del tercer cuarto.

Con el gran Parker de paisano (golpe en la rodilla en el entrenamiento del jueves), y sin activar a recambios NBA como Petro (que pone rumbo a China) y Fournier, Francia redujo la cacareada batalla de alta tensión a un combate de desgaste que punzaba en ataque con los bisturíes de Nic Batum y Mickaël Gelabale.

Collet. Contra España, el plan de Vincent Collet, el hábil entrenador de los bleus y del Strasbourg pasa por ir rotando una unidad tras otra hacia un escenario lleno de pequeños microcosmos de combate: así, y aunque no sobren figuras, el atleticismo y la frescura física de los franceses llena el partido de intensidad: la actual España tuvo problemas para igualar esa intensidad. Ante esa intensidad que intenta asfixiar con grilletes, viene de perillas... la velocidad. Con actividad en primera línea más creatividad, la velocidad de los bases y escoltas españoles (Sergio, Ricky, Llull...Rudy) acalló el rugido que emitían los ajustes defensivos de Collet: esencialmente, contra Marc Gasol, muy cercado y con poco recambio a la vista, aunque este fue un buen día de Xavi Rey. A Orenga le queda ajustar algo más la zona 2-1-2.

Francia arrancó con 7-16: y ahí ya surgió Sergio, con entradas y pases como los de Chocolate Blanco, el inolvidable Jason Williams. Ricky y Llull alzaron al equipo desde el ominoso 40-47 del minuto 24. Batum y Gelabale amenazaron: 71-70. Al fin y al límite se hizo la luz: gracias a Sergio, gracias a la velocidad. En Montpellier será casi igual: pero con Tony Parker.