Mirotic y Reyes matan al Barça

Asistíamos al duelo menos estético de esta final, al compás del basket-control­ ejercido por el Barça, pero dominado por un Felipe Reyes descomunal (20 puntos y 26 de valoración). Entonces, cuando los culés empezaban a zozobrar (52-61) surgió la mano incorrupta de Navarro. Nueve tantos casi seguidos. ¡Qué exhibición y qué contestación! La de Mirotic, al que se esperaba con demasiada impaciencia para sus 22 años. Pero no defraudó: 12 puntos en los últimos tres minutos con dos triples y un canastón impagables. De MVP. El Real recupera el factor pista, aunque puede ganar ya la Liga Endesa este domingo en el Palau.

Al descanso el Madrid reinaba. Se le veía mejor en un partido trabado, sin continuidad, que volvía a jugarse al ritmo del Barça. El resultado, sin embargo, más bien corto: 35-41. Pascual se mantenía inmutable, fiel a su gran mandamiento. A saber: vigilar a los tiradores, en especial a Carroll, por encima de todas las cosas (5 de 22 en triples, 0 de 5 Rudy), sacrificando rebote si hace falta y puntos en la pintura. En los dos primeros cuartos Reyes sumaba 12 tantos tras continuos unos contra unos, batiendo siempre a sus pares, en especial a Wallace, que no recibía ayudas para no liberar a ningún francotirador enemigo. Los azulgrana amagaban con su defensa zonal, pero sin quemarla, que restaba lo importante. Se notó que Laso había hecho hincapié en cómo atacarla. También hubo cambios en la rotación, más protagonismo para Darden (baza efectiva contra Oleson al poste). Bien Begic ante Tomic —en realidad, el croata siempre sudó de lo lindo con el bosnio— y muy bien Llull como perro de presa, en el pase y descerrajando canastas decisivas.

En la trinchera local, mucho Navarro de salida y, luego, mucho Jasikevicius, que en menos de siete minutos se fue a los 11 puntos. Perlas de talento, las que mantenían a flote al estajanovista Barça a la espera de que tocara su hora. El zarpazo final, el de Navarro (12 tantos en el último cuarto), que llegó a irse a la línea de personal para poner a su equipo a dos, a sólo dos, pero que erró sendos tiros libres. Agotado, sin respaldo. Esta vez el Madrid no se dejó comer la tostada. Partido muy, muy serio y aparición estelar de Mirotic, crack. Recuerden: 12 puntos en los últimos tres minutos. El desquite.