Un rayo de esperanza de Lorbek

La temporada de Lorbek está siendo tan mala, sus sensaciones tan negativas y sus movimientos tan oxidados, que cualquier pequeño punto de inflexión puede despertar al gigante esloveno que arrastró su cuerpo como una condena por la Final Four. Pero fue él, después de otro partido con más sombras que luces, el que anotó sobre la bocina un triple afortunado que le da al Barcelona el triunfo y el tercer puesto en la clasificación. Afortunado porque rebotó en el aro y cayó dentro. Y afortunado porque algo necesita este jugador para volver en sí.

El triunfo evita al Barcelona problemas de cara a la última jornada, en la que recibe a un Unicaja que pelea por el último puesto de playoffs. El interés azulgrana reside en que sirve para evitar al Real Madrid hasta una hipotética final. Y le sirve para seguir arreando en una buena segunda vuelta. Cerró la primera séptimo en 9-8 y es tercero con 22-11. Aunque el partido de San Sebastián no animará a los que rastreen sensaciones positivas de cara a esos playoffs en los que el equipo de Pascual se jugará la nota de una temporada ciclotímica en la que ya ha ganado la Copa. El olor a chamusquina de este 89-90 resuelto sobre la bocina ante un equipo donostiarra absolutamente meritorio pero ya descendido se entiende mejor si se compara con el resultado de la primera vuelta en el Palau: 98-50 para un Barcelona que certificó un 131-22 en valoración. La paliza del año en la ACB.

No ha sido el año del Lagun Aro y por eso ese triple de Lorbek tenía que entrar. Porque todo ha ido mal para el equipo de Sito Alonso, que desplegó su estilo alegre y valiente y firmó un partido brillante que bien merecía el triunfo. Lo tuvo cerca: tuvo al Barcelona noqueado tras el descanso (58-44) y en el último cuarto (77-66 a siete minutos del final). Se vio por detrás (77-80) y reaccionó hasta tener en su mano el triunfo en el intercambio final de tiros libres, con el Barça a la desesperada. Pero Finley falló desde la línea personal y Lorbek cerró el partido en el tiempo que restaba, cinco segundos y tiro en la última bocanada de aire.

Al Barcelona le sostuvo primero y le rescató en el último cuarto un gran (y fresco) Oleson: 26 puntos, 31 de valoración. La otra buena noticia fue el despertar de Sada, 8/11 en tiros y 16 puntos a los que añadió 7 rebotes. Lo demás, con Lorbek en cuarentena, fue desalentador: Huertas jugó sin brújula, Tomic no pudo con Doblas y se cargó de faltas. Los jóvenes apenas jugaron e Ingles, totalmente desaparecido, tiró por tierra otra oportunidad, la enésima.

El Lagun Aro se dejó en el camino su 5/7 en triples en un espectacular primer cuarto, los 20 puntos y 6 rebotes de Doblas, las canastas de finura de Salgado o los 25 puntos y 6 asistencias de un Neto que bailó sobre la defensa de un Barcelona que no entró en harina hasta el segundo tiempo. Disperso casi siempre y con más esfuerzo que calidad al final, el Barcelona salvó el partido, la resaca de Londres y la tercera plaza. Ahora, con el recién llegado Mavrokefalidis, tendrá que encontrar formas de mejorar para los playoffs. Suponemos que con Navarro y quizá con una mejor versión de Lorbek. Por ahí pasan muchas de muchas de sus opciones y casi todas sus esperanzas.