La gran estrella del baloncesto femenino estadounidense, Brittney Griner, denunció en un artículo publicado en el diario The New York Times los insultos que recibe desde que hace unas semanas revelara que es homosexual. Tras contar los insultos que sufrió cuando era niña por su apariencia masculina, Griner afirma: "Eso no es nada comparado con las cosas horribles que la gente me dice en Internet. Si no me creen, miren los comentarios sobre mí en Twitter e Instagram". 

Griner, de 22 años y 207 centímetros de altura, confesó en rueda de prensa y de manera natural que era homosexual poco después de ser elegida con el número uno del draft de la WNBA, la NBA femenina, por el equipo Phoenix Mercury. "Nadie merece pasar por ese tipo de insultos... Fue duro escuchar insultos homófobos cuando pasaba entre la gente", agregó. 

El nivel exhibido por Griner en la Universidad de Baylor ha provocado incluso que se piense que pueda jugar en la NBA. Mark Cuban, propietario de Dallas Mavericks, aseguró el mes pasado que está dispuesto a dar una oportunidad entre los hombres a la sensación del baloncesto femenino. Griner ha ampliado los límites conocidos del baloncesto femenino con sus números en la liga universitaria de Estados Unidos. Su efecto se compara con el que creó a finales de los años 60 con la Universidad de UCLA un joven llamado Lew Alcindor, conocido más tarde por el gran público como Kareem Abdul-Jabbar. 

"Si es la mejor, la elegiría. Ya he pensado en ello. ¿Lo haría?Ahora mismo me inclinaría por un sí, sólo por ver si puede hacerlo. Uno nunca sabe hasta que no da una oportunidad", dijo Cuban, que piensa en elegir a Griner en la segunda ronda del draft e invitarla a disputar la liga de verano. La pívot respondió al reto a través de Twitter: "¿Cuándo son las pruebas? ¡Vamos a hacerlo!". "La WNBA es adonde voy a ir, pero después, si hay una posibilidad, ¿por qué rechazarla? Al menos lo intenté. No me voy a echar atrás ante un reto", afirmó.

El artículo de Griner, en el que cuenta su experiencia personal, llega una semana después de que el veterano de la NBA Jason Collins se convirtiera en el primer jugador de las grandes ligas profesionales de Estados Unidos en confesar que es gay, lo que generó mucha más atención que el caso de Griner. "Del mismo modo que el baloncesto no me define, tampoco lo hace ser homosexual", escribió Griner. "El anuncio de Jason Collins y el apoyo que ha recibido me hace ser más optimista y pensar que la gente está más preparada que nunca", añadió la jugadora. "Es momento de que se acabe el acoso. Nadie debería escuchar el tipo de cosas que escuché yo ni sentirse como me sentía yo", pidió. "La buena noticia es que veo que viene un cambio", afirmó Griner, que quiere servir de inspiración para otros.