El actual campeón se resiste y defenderá su corona en Londres

OLYMPIACOS 82 - ANADOLU EFES 72

El actual campeón se resiste y defenderá su corona en Londres

El actual campeón se resiste y defenderá su corona en Londres

ORESTIS PANAGIOTOU

EFE

Spanoulis y Printezis, con 34 puntos entre ambos, lideran la reacción helena. Los turcos llegaron a ir 15 puntos arriba en el segundo cuarto. Cuarta Final Four en 5 años.

En el baloncesto moderno se antoja complicado vislumbrar una Final Four sin que ningún equipo griego (véase Panathinaikos u Olympiacos) participe en ella. El Olympiacos se resiste a entregar una corona que parece evocado a ceder en Londres. Las hordas de Messina le esperan en semifinales para cobrarse la venganza de un cetro que dejaron escapar en el último suspiro de la final de Estambul del año pasado.

Ni la crisis ni el carrusel de cambios en la plantilla ateniense han podido con este Olympiacos. Gran mérito de Georgios Bartzokas, que ha reemplazado a Ivkovic en el banco heleno con un a la Final Four que más de uno hubiera teñido de utópico a comienzos de curso. De esta manera, Olympiacos se une a Real Madrid, CSKA y FC Barcelona para completar el cartel de la Final a Cuatro 2013.

Anadolu Efes -sin Sasha Vujacic, apartado del equipo-, consciente de la oportunidad de oro que tenía en la mano de volver a una fase final tras su participación en la de Salónica 2000, arrancó el choque con una intensidad y concentración encomiables. Durante el primer cuarto, los turcos estuvieron siempre por delante del marcador aunque con ligeras ventajas que rondaban la media decena de puntos.

A lo largo del segundo periodo, los de Oktay Mahmuti exhibieron una buena circulación de balón que les permitió encontrar cómodos lanzamientos sin apenas oposición por parte de la defensa griega. Farmar y la buena racha desde más allá del 6,75 hicieron el resto. Un triple de Tunçeri para redondear una serie de tres tiros desde el perímetro sin fallo (21-36), hizo saltar las alarmas en el Pabellón dela Paz y la Amistad de Atenas. Los de Bartzokas, consiguieron reducir sensiblemente las ventajas (con más corazón que juego) para llegar al descanso con un 33-41 en el electrónico.

Tras la reanudación, el guión dio un vuelco. Olympiacos comenzó a carburar de la mano de Spanoulis, a la par que el Efes pagaba la progresiva desaparición de sus puntales. Farmar, autor de 11 puntos en los 20 primeros minutos, se diluyó como un azucarillo y no consiguió volver a anotar un solo punto.

Spanoulis con un lanzamiento de tres y Printezis con un 2+1 dieron la vuelta al marcador (52-50). Ambos fueron los hombres sobre los que se fraguó la enésima remontada griega. Anadolu tiró de casta y consiguió llegar al último parón un punto por encima en el marcador (54-55).

Quien haya visto partidos de esta índole, con lo apretado del marcador y el apoyo ensordecedor de la afición helena, sabe que, salvo hecatombe, el encuentro está abocado a un solo final: la victoria local. Nada más lejos de la realidad. Los de Estambul ofrecían continúas sensaciones de haberse desfondado por lograr una amplia ventaja que no supieron administrar. Llegaron al tramo final con síntomas de hiperventilación, faltos de ideas. Sólo las acciones individuales les permitían mantenerse a flote.

Un triple de Perperoglou abría una brecha de siete puntos (66-59) que parecía certificar el fin de la serie a cinco minutos del final. Tras el tiempo muerto, Lucas cogió el disfraz de superhéroe y lideró en un visto y no visto un parcial de 0-8 que volvía a poner a los de Mahmuti liderando el electrónico (66-67). Con esta reacción dieron los turcos la última bocanada de aire que les quedaba.

Printezis y Law volvieron a amartillar el aro otomano desde el perímetro. Ya estaba todo decidido, los visitantes alargaron la agonía con el carrusel de faltas final, pero el final de la obra estaba escrito (82-72). En el baloncesto continental de hoy en día, cuesta imaginar una Final Four sin un equipo griego. El O2 de Londres no será la rara excepción que rompa la regla.

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