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LIGA ENDESA | OBRADOIRO 79-FIATC JOVENTUT 82

La exhibición de Óliver hace que el Joventut aún pueda soñar

El base anotó 27 puntos (16 en el último cuarto) para doblegar al resistente Obradoiro. El resultado aprieta la lucha por la última plaza de playoffs.

El base Albert Oliver llevó al FIATC Joventut a vencer al Blusens Monbus en el Fontes do Sar (79-82) tras un gran último cuarto en el que anotó 16 de los 22 puntos de su equipo y supo responder de manera adecuada a todas las situaciones planteadas por el rival. Los hombres de Moncho Fernández empezaron muy fuerte, con Salah Mejri muy enchufado desde el principio y 12 puntos, gracias a un 5/5 en tiros de dos y 2/2 en tiros libres que dieron las primeras ventajas del encuentro. Durante los primeros instantes el margen que tuvieron era de en torno a los seis puntos, con una defensa muy intensa y un acierto en ataque que llevo al equipo a llevarse el primer acto con cierta comodidad, gracias también al dominio en el rebote (25-17).

Parecía que el Joventut salía con más ganas al empezar el segundo periodo, con dos canastas consecutivas que colocaron al equipo a solo cuatro puntos, pero dos triples de Alberto Corbacho neutralizaron el buen inicio (31-23, min. 12). La presencia de Manny Quezada aportó lo que necesitaban los visitantes, pues sus puntos, unidos a la atención defensiva que encontró, hicieron que la distancia cayera hasta los dos puntos tras un 2+1 de Ognjen Kuzmic, en el que falló el tiro libre, (39-37, min. 17). Tras esto, el margen volvió a ser de seis puntos muy rápido aunque fue Mejri, que antes había llevado a su equipo a las primeras ventajas el que hizo que el rival, el que cambió el partido con una falta personal seguida de una antideportiva, cuando el juego ya estaba parado, que dio la oportunidad a Albert Oliver de tirar cuatro tiros libres y dejar el partido al descanso con una diferencia mínima (45-44).

La reanudación tuvo un arranque similar al del primer periodo, con Levon Kendall muy enchufado a pesar de que había pasado desapercibido hasta el momento, y en los primeros cinco minutos dominaba el Obradoiro, con una férrea defensa, en lo que parecía que iba a ser una victoria plácida. Con 53-46 en el luminoso se apagó el ataque local y llevó entonces un parcial de 0-14 antes del final del tercer cuarto, con Quezada en el papel de protagonista, que hizo que todas las alarmas se encendiesen en el banquillo de Moncho Fernández (53-60). El parcial siguió hasta 0-16 y solo Robbie Hummel fue capaz de neutralizarlo, en el minuto 32, con una desventaja de en torno a diez puntos y muchos problemas en el rebote combinados con desajustes defensivos que hacían que los de Salva Maldonado fuesen favoritos (55-65, min. 33).

Albert Oliver demostró por qué lleva tantos años jugando en la ACB y fue capaz de mantener la distancia hasta falta de solo dos minutos con canastas imposibles como una que anotó a la media vuelta sobre la bocina de 24 segundos (68-77, min. 39). Llegó entonces el tiempo muerto de Moncho Fernández y la bronca tuvo que ser brutal, pues el equipo anotó un triple primero, después hizo una gran defensa que provocó que el rival agotase la posesión y más tarde Hummel metió una canasta y dos tiros libres que dejaron la cita a solo dos puntos con 54 segundos por delante. Aunque la defensa local fue muy dura, Jordi Trías fue capaz de anotar, al igual que lo hicieron más tarde Ben Dewar y Alberto Corbacho desde el tiro libre, cosa que no logró Quezada en una ocasión, y el encuentro, con solo seis segundos por delante, parecía abierto (79-80), pero Oliver no falló y ya no dio tiempo a más (79-82).