REAL MADRID 61 - OBRADOIRO 64
El Obradoiro tumba a un Madrid con la cabeza en Tel Aviv
Los blancos empezaron con brío (27-13), pero se quedaron sin chispa pensando en la Euroliga. Hummel resultó clave en el triunfo visitante.
El Madrid cumplió uno de sus objetivos: evitar lesiones y un desgaste excesivo para el tercer duelo de cuartos ante el Maccabi. El otro, el de la victoria, se le escapó. Ganó el Blusens Monbus Obradoiro, que venía de forzar la prórroga sin éxito ante el Barça, pero que en el Palacio obtuvo recompensa. Un triunfo que le mantiene arriba en la pelea por la octava plaza del playoff. Los blancos han caído en las dos últimas jornadas bisagra, entremedias de partidos clave para alcanzar la Final Four. Y en ambos, en Valencia y ahora, sus mejores minutos de largo fueron los primeros, con Rudy y Mirotic en cancha, esta vez también con Hettsheimeir, Darden y Draper.
La mente, seguro, estaba en Tel Aviv, en minimizar riesgos sobre el parqué y se notó mucho, demasiado, una vez enterrado el brío inicial y el bloqueo que atenazó al rival nada más alzarse el telón, como si hubiera visto por la tele las exhibiciones de la Euroliga y el escenario le impresionara (27-13). Con Salah Mejri intentando agradar a la parroquia local, es decir, precipitado. Su mejor versión, la de los tapones (colocó cuatro) y la velocidad de movimientos, llegó en la segunda parte, cuando se posó. Vimos un morboso cara a cara con Begic.
Para entonces, ya había duelo. Hummel había empatado y, luego, Corbacho culminaba la remontada (43-44, minuto 31). Terminaba el descanso para Rudy, que volvía a pista porque la cosa se ponía seria. Carroll sumaba, pero más Robbie Hummel (19 puntos y 25 de valoración), héroe del triunfo en los minutos finales, donde decidieron los tiros libres (17 de 18 del Obradoiro). Con 61-60 y a nueve segundos para la bocina, el Real optó por la falta, por tener el último balón para ganar, como cuando Sergio Rodríguez abatió al Zalgiris. Rafa Luz acertó desde la personal y esta vez Rudy cayó al suelo en la penetración ante Mejri en una acción dudosa, que da para ambas interpretaciones. Tras otros dos libres de Hummel, Rudy volvió a la carga y clavó un triple lejanísimo para forzar la prórroga… Ligeramente fuera de tiempo, no subió al marcador: definitivo 61-64, la anotación más baja del equipo blanco esta temporada.
Regalo que se trabajó el Obradoiro y derrota intrascendente para el Madrid, que se quedó sin la energía y la mentalidad adecuada a mitad del segundo cuarto. Al Barça le ocurrió lo mismo. La Euroliga espera y en este momento hay prioridades.