Misión imposible en Moscú

El Caja Laboral regresa de Moscú con mala cara y nulas sensaciones. El CSKA le ha demostrado que se mueve un par de escalones por encima en la Euroliga. El choque previo a la disputa de la Final Four duró lo que tardaron los de Messina en poner sus piernas en condiciones. Arrancaron fuertes los vitorianos, pero fue un espejismo. Dos triples consecutivos de Nocioni y Lampe llevaron un sorprendente 9-15 a los primeros titubeos del marcador. Nocioni arengó con fuerza a los suyos para decirles que se podía, pero aquello parecía decidido desde la entrada al pabellón. El CSKA está creado para ganar la Euroliga y si falla no será hasta llegar a Londres.

La maquinaria rusa despedazó al Baskonia. No es que los vitorianos estén rotos, es que los rusos son especialistas en abrir heridas. Y así lo demostraron con unas estadísticas que cierran puertas a cualquier intento de remontada. Messina dio minutos a sus jugadores para que participasen de la fiesta. El movimiento de Tabak no se correspondió a ese guión. Primero buscó soluciones para mantener la tensión al marcador y luego trató de dar descanso psicológico a los que debían tirar del carro. Les ahorró unos minutos finales que sólo se jugaron a la gloria de la apisonadora roja. Y eso que Jackson no quiso hacer sangre y pasó la última docena de segundos botando en la línea de medios para dar por cerrado el partido. El base norteamericano cambiará el chip durante un sábado en el que, desde la distancia, estará al lado de sus ex compañeros del Bilbao Basket en la lucha por el título de la Eurocopa.

El CSKA tiene la oportunidad de cerrar el miércoles la eliminatoria en el Buesa Arena, donde el Caja Laboral se hará fuerte para al menos inaugurar su casillero. Lampe (19 puntos) fue el máximo anotador del encuentro, pero el mayor adorno se lo llevó Krstic, que se fue de la cancha con 16 puntos y habiendo rebasado el millar en la Euroliga.