Los Clippers hacen historia y avasallan a los Lakers

Una nueva y soberbia demostración de los Clippers ante los Lakers en el Staples Center valió a los Clippers para alcanzar una serie de logros históricos: el 109-95 final (con 50-36 en rebotes para los Clippers) sella el cuarto triunfo de la Liga 2012-13 de los Clippers sobre sus orgullosos vecinos: se trata del primer 4-0, barrida absoluta del año, en la historia de los enfrentamientos directos desde que los Clippers se mudaron a Los Angeles, desde San Diego: hace ya tres décadas. Al mismo tiempo, los Clippers, en balance de 51-26, certifican el primer título de su historia en la Pacific Division, el feudo tradicional de unos Lakers que ahora saldrán de la zona de playoffs del Oeste si Utah Jazz es capaz de vencer esta misma madrugada a los Warriors, en Oakland.

Simplemente, estos Lakers se quedan sin defensa ni argumentos ante estos Clippers del pequeño genio Chris Paul (24 puntos, doce asistencias) y el fiero ‘panzer’ mestizo que es Blake Griffin: 24 puntos, doce rebotes. Con cuatro puntos y 13 rebotes, DeAndre Jordan reforzó los asaltos acorazados de Griffin. 20 puntos de Jamal Crawford y doce de Matt Barnes rubricaron la superioridad de los reservas de los Clippers sobre unos Lakers donde Blake (ocho puntos) y Meeks (seis) hicieron lo que pudieron, pero no fue nada que pudiese detener a Paul, Crawford y compañía. Un motivado Kobe Bryant (6/19 en tiros y diez asistencias) coincidió en 25 puntos con Dwight Howard (9/13 en tiros libres), pero tampoco sirvió de mucho a unos Lakers impotentes ante la sucesión de oleadas que desencadenaban los Clippers desde el perímetro y en el ataque interior: todo bajo la varita mágica de un Chris Paul que parece abrir la pista del Staples Center como Moisés abría el Mar Rojo. En 39:12 en pista, Pau Gasol, que también hizo lo que buenamente pudo, aportó a los Lakers doce puntos y 13 rebotes, con 6/11 en tiros.

Los Lakers ya salen acomplejados y nerviosos ante unos Clippers que les roban el balón y el corazón: al descanso ya se llegó con 56-49 para los Clippers, que volcaron definitivamente el partido con el 8-2 que abrió el tercer cuarto (64-51). Desde ahí, los Lakers nunca volvieron a estar a menos de nueve puntos de desventaja. Tendrán que luchar cuerpo a cuerpo con Utah hasta el último momento de la ‘regular season’ y el martes reciben a los Hornets, en este mismo Staples que al final les dedicó un infamante ‘sweep, sweep’, (‘barrida, barrida’), coreado por miles de ‘fans’ de los Clippers, que jugaban como locales: fue, en fin, una humillación inolvidable.