El Cajasol venció hoy por 87-80 al Fiatc Joventut en un partido que se decidió en el último cuarto, con lo que rompe una racha de cuatro derrotas, ahuyenta el fantasma del descenso y aleja del ''play off'' a los badaloneses, a los que no les sirvió de nada la gran actuación del base Albert Oliver (28 puntos).

Sevillanos y badaloneses salieron a la pista sabiendo que se la jugaban: el Cajasol para huir de la zona baja y el Fiatc Joventut para conservar intacto su sueño de disputar la fase por el título. Con esta presión, ambos equipos empezaron con muchas precauciones.

El Cajasol puso más intensidad y fuerza en defensa al inicio, y se puso pronto con 9-6 y 12-8 tras dos triples seguidos del exjugador verdinegro Luka Bogdanovic.

El Fiatc Joventut confió todo su arsenal ofensivo al poderío bajo los tableros del joven pívot bosnio Ognjen Kuzmic -anotó los 8 primeros puntos de su equipo- y se colocó por primera por delante mediado el primer cuarto (12-13, m.6), pero el técnico cajista, Aíto García Reneses, movió el banquillo y le dio resultado.

Ya con Asbury, Blakney o Holland en pista, el Cajasol apretó en defensa, tuvo claridad en ataque y endosó un 8-0 a un deslucido Joventut para cerrar el primer cuarto con 22-15 en el marcador.

El segundo cuarto fue otra historia, porque los de Badalona, con Kuzmic, Pere Tomàs y sobre todo el base Albert Oliver muy entonados, empataron a 30 (m.16) merced a un parcial de 3-12.

Los sevillanos bajaron mucho su nivel y los verdinegros, con velocidad y acierto en el tiro, sobre todo por parte de Oliver y Kuzmic -anotaron doce puntos cada uno en el primer periodo-, lo aprovecharon para hacer un parcial de 2-11 que les dio su máxima renta (36-44) al límite del descanso, al que se llegó con 38-44.

En la reanudación pareció que el choque iba a decantarse del lado catalán (38-47) tras otro triple, cómo no, de Oliver, sin duda el mejor del partido. Con triples de Bogdanovic y Sastre el Cajasol ajustó el marcador con un parcial de 8-0 (46-47, m.24), pero el Joventut apretó de nuevo y no permitió la remontada (57-63, m.30).

El último cuarto fue eléctrico y emocionante. Los de Aíto tiraron de orgullo, apretaron en defensa, forzaron los fallos del rival en el tiro y estuvieron pletóricos en ataque, hasta darle la vuelta al marcador (71-66, m.35) merced a un 14-1 de parcial.

Esto encendió al San Pablo, que no paró de animar al Cajasol, muy concentrado y resolutivo en este tramo final. En el Joventut sólo mantuvo el tipo Oliver, que con un 2+1 empató de nuevo (71-71, m.36) y con otra acción similar acortó la diferencia (78-76, m.39), aunque los de Aíto aguantaron bien y no se les escapó el triunfo por 87-80.