Ante 20.300 estupefactos espectadores en el American Airlines Arena de Miami, Carmelo Anthony sometió a los Miami Heat con 50 puntos que igualan su plusmarca personal en la NBA. Llevados en volandas por Anthony, los Knicks firmaron el tercer triunfo sobre Miami en sus cuatro duelos de esta campaña: 90-102. Los Heat, que perdían por segunda vez en 31 partidos, confirmaron las decisiones tomadas en su visita a San Antonio y prescindieron de LeBron James (tirón muscular), Dwyane Wade (esguince de tobillo) y Mario Chalmers, también con problemas de tobillo. “Nuestra prioridad es tener sanos a todos nuestros jugadores. No nos faltó confianza, no está en nuestra naturaleza como equipo. Perdimos porque los Knicks fueron mejores y no supimos defender bien a Carmelo”, aseguró Erik Spoelstra, entrenador de Miami. En efecto, los Heat gobernaron los rebotes (32-24)… pero se resignaron a aceptar un 52,1% de aciertos del ataque de los Knicks, con 14/27 en triples anotados: 51,9%.
Hasta el descanso, los Heat prevalecían: 58-50. En esos momentos, Anthony sumaba 27 puntos… con un tiro más que el resto del equipo. Había anotado sus siete primeros intentos. Chris Bosh (23 puntos totales), Mike Miller (18, con ocho rebotes y 4/8 en triples) y Ray Allen (16) mantenían el ritmo en los Heat. Pero en el tercer cuarto, J. R. Smith (14 puntos, seis rebotes, 2/3 en triples) reforzó la carga de Anthony (a veces competían por el balón), los Knicks dominaron ese cuarto por 18-28… y ya no perdieron el mando. El último cuarto arrancó con 76-78 para los Knicks y ya navegó bajo control de Melo Anthony, que se zafó de Shane Battier en dos ‘dribblings’, casi como hacía Bernard King, para rematar los 50 puntos a 16,9 segundos del final: ahí se desató la histeria del banquillo ‘knick’. Melo produjo los 50 puntos (más dos rebotes y dos asistencias) en 40:20 de acción, con 18/26 en tiros y 7/10 en triples. “Partidos como este salen cuando uno se siente bien desde el principio, desde el mismo momento en que estás sobre la pista. A veces mantienes ese sentimiento y a veces te quedas frío. No fue ese caso hoy”, analizó Anthony. “Carmelo se negó a dejarnos perder”, resumió Mike Woodson, entrenador de unos Knicks que ganan su noveno partido en serie y confirman de sobra su liderato en la Atlantic Division… y la segunda plaza el Este.
En otro duelo del Este, los Wizards del renacido John Wall ganaban su segundo partido seguido, sexto triunfo en sus últimos diez compromisos: 90-86 a unos tensos Chicago Bulls, siempre sin Noah, Belinelli, Hamilton... ni Derrick Rose. Wall, que propinó un tapón escalofriante a Luol Deng, facturó 27 puntos, nueve asistencias y ocho rebotes. A 46 segundos, y en asistencia de Nené, Emeka Okafor (diez puntos, nueve rebotes) machacó el 88-86. El ‘bull’ Jimmy Butler (13 puntos) erró de vuelta y Trevor Ariza (diez puntos, igual que Nené) selló el 90-86 definitivo con dos tiros libres. “Por extraño que pueda parecer, aún no estamos eliminados matemáticamente, ¿Alguien quiere comprar boletos para la Lotto?”, ironiza Randy Wittman, entrenador de unos Wizards que alejan a los Bulls (sextos) de los puestos cuarto y quinto del Este. Peor aún, el club de Chicago perdió de nuevo a Taj Gibson, que se resintió de la rodilla. Además, Kirk Hinrich fue descalificado en el último cuarto, con la segunda técnica. Cinco jugadores de los Bulls navegaron en doce o más puntos, con 17 para nate Robinson y 19 (más doce rebotes) para Carlos Boozer, probablemente el jugador que más alto y más veces grita en la NBA. Los Wizards controlaron el panel de rebotes (51-45) y redujeron el porcentaje ofensivo de los Bulls a un 39,3%: 35/89 en tiros. Dicho todo esto, si se metieran en los playoffs, entonces y en efecto… habría que comprar el mismo número de lotería que Randy Wittman.
