Increíble pero cierto. El Unicaja ha sido capaz de ganar en esta Euroliga en las canchas más grandes de Europa: Montepaschi de Siena, Maccabi de Tel Aviv, CSKA, Real Madrid y ahora Efes Pilsen…pero se queda fuera de cuartos porque finalmente no hubo milagro y Panathinaikos ganó en pista de Bamberg.

Es una pena que Unicaja haya sido tan irregular. Hoy ha dado una hermosa lección de coraje y honradez en la casa del Efes Pilsen, uno de los clubes más grandes del baloncesto moderno, en un partido donde las defensas se impusieron a los ataques. El Efes Pilsen, sabedor de que el Real Madrid había perdido en Moscú apretó para ser primero del grupo mientras que el Unicaja, sin Calloway ni Simon, necesitaba ganar y esperar que el Bamberg ayudase, tres horas después, ganando al Panathinaikos.

Con guarismos muy apretados, 14-19, minuto 10; y 33-20, minuto 20, los malagueños se lanzaron a por todas. Tan importante es que Williams las enchufe como que Zoric contagie, Urtasun vuelva a ser él mismo, Fran Vázquez intimide o Sergi Vidal defienda. Parece increíble que este Unicaja capaz de lo mejor, esté lejos de todos sus objetivos.

Con 60-57 a falta de tres minutos, Luca Zoric, un coloso, metió emoción con una de sus clásicas canastas desde cuatro metros. Emoción. Gonlum falla un tiro y Williams mete su triple de genio (61-62). Quedaban dos minutos. Y Zoric era impresionante. Renqueante, el croata es uno de los mejores profesionales que han pasado por el Martín Carpena. Un baloncestista a la antigua usanza, el líder del pueblo que gana un rebote imposible para que Williams pusiera el 63-66 a falta de 38 segundos. Savanovic falla dos tiros libres. Canasta de Williams. (63-68 a falta de 12 segundos). Y Lucas fallando un tiro libre. El 64-70 llega tarde.