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EUROCOPA / UXUE BILBAO 75-BUDIVELNIK 53

El Uxue Bilbao arrasa al Kiev y llega a su primera final europea

Aplastó al equipo ucraniano con la solvencia de un representante ACB y se verá en Charleroi con el Lokomotiv el 13 de abril, con una plaza para la próxima Euroliga en juego.

Bilbao
Los jugadores del Uxue Bilbao Basket celebran su victoria ante el Budivelnik de Kiev y el pase a la final tras el partido de vuelta de las semifinales.
Los jugadores del Uxue Bilbao Basket celebran su victoria ante el Budivelnik de Kiev y el pase a la final tras el partido de vuelta de las semifinales.EFE

Pues sí, a la tercera fue la vencida. Lo de Turín y Vitoria fueron señuelos que abrieron el camino de este 2013 que forma ya parte de la historia del deporte bilbaíno. Por primera vez, el jovencísimo Uxue Bilbao, que gatea con solo trece años de historia, jugará una final europea. Se verá el 13 de abril en Charleroi con el poderoso Lokomotiv Kuban, que apeó el martes al Valencia. No hubo debate en Miribilla: jamás se especuló con los diez puntos de ventaja que se traían los de Katsikaris de la ida, y estos fueron por el partido con la fuerza de una franquicia ACB ante un equipo con muchas lagunas.

El Budivelnik estaba con una rotación corta por la baja de Kuksiks y a última hora se cayó el veterano Salenga, exjugador del Akasvayu Girona. Así que el técnico Bagatskis refugió a su gente en una defensa zonal, que apenas arriesgó y flotó mucho al perímetro bilbaíno. Una bendición para el enemigo, pues quitaba el nervio de la remontada. El Uxue salió muy concentrado, con el alma clavada a la final de Bélgica, restando el aire de la esperanza a los ucranianos.

Quitando el 0-3 de salida, llegó un aluvión después para ubicarse en el tranquilizador 13-2. Mumbrú y un activo Hervelle castigaron desde la larga distancia. El pulso se hizo muy cómodo porque el Budivelnik es muy plano, con cincos muy inocentes a los que hasta se les puede quitar el balón de las manos y un ritmo monocorde. Su actitud atrás fue muy contemplativa, mirando los cortes enemigos y el pase extra. Pensaron muy pronto que hasta ahí habían llegado, que se bajaban con el orgullo ya intacto por su recorrido previo.

Rakovic no forzó finalmente por sus molestias lumbares y Katsikaris dio descanso a Hamilton con Samb cuando en el otro lado desfiló el lituano Anisimov. Los ucranianos necesitaban un milagro cuádruple: estar muy acertados en el tiro, tener a la vez a los dos norteamericanos bajo un manto divino y esperar que la tormenta vizcaína no arreciase. Lyons se sacó la espina de la ida, pero Delaney, descomunal en Kiev, no la olió durante 32 minutos y acumuló previamente un 0/7 en el tiro. El Uxue dio un par de arreones defensivos y cayó la fruta madura. Un 0-8 para el 20-17 fue arrasado calcando ese mismo parcial. Y luego firmó otro el grupo de Katsikaris con 12-0 para establecer el 43-23. El partido fue un paseo. Hasta se echó en falta la pasión, el baloncesto extremo ante la cercanía del precipicio, de otras veladas, tanto en Euroliga como en Eurocopa.