El Valencia gana en Rusia pero se queda a seis puntos de la final

La defensa del Valencia Basket fue para enmarcar, tanto que dejó a un equipo como el Lokomotiv en unos paupérrimos 63 puntos cuando acostumbra a hacer más de 90 en el Basket Hall de Krasnodar, pero en el día en el que se tenía que estar muy acertado no acompañó la puntería y no se estuvo bien en el juego ofensivo. Ninguno de los dos equipos, pero el Valencia Basket lo tuvo tan cerca que se echó en falta mayor tranquilidad en jugadores que debían ser claves. Aún así los valencianos murieron de pie, lucharon hasta el final y se sobrepusieron a todos los mazazos que recibían en forma de lesión de Pietrus y Doellman, o en decisiones controvertidas de un arbitraje casero; normal en Europa. La eliminatoria se perdió en Valencia.

La importancia del partido y la presión pudo con los dos equipos en el inicio; se les encogió el brazo a los rusos, pero también al Valencia Basket, quien pese a ponerse 2-7 arriba en los primeros minutos, no terminó de creerse superior al rival. La defensa valenciana mejoró respecto al partido de La Fonteta, se puso las pilas y el Lokomotiv sufrió para encestar. Perasovic estudió el ataque local, los bloqueos directos e indirectos funcionaban y sin descuido alguno dejaron a los rusos en bajos porcentajes de tiro y en los ataques estáticos muy desafortunados. Pero el adinerado equipo de Krasnodar vivió de segundas opciones y de los rebotes ofensivos. El Valencia mejoró atrás, pero era una lágrima en ataque, eso hizo que la se marchará al final del primer cuarto perdiendo 16-15. En el segundo cuarto llegaron las lesiones de Pietrus y Doellman pusieron más cuesta arriba la soñada remontada, pero el Lokomotiv no estaba cómodo, los taronja cortocircuitaban todo ataque local. Los triples de Markovic y de Kelati pusieron por delante al Valencia Basket por primera vez en el partido. Al descanso se llegó 26-28, una mínima ventaja que abría la esperanza de la final. Sólo quedaban ocho puntos por recortar en el segundo periodo.

En la segunda mitad la defensa del Valencia Basket seguía sólida, la presión dejaba sin oxígeno al rival, pero los 3 de 18 triples condenaban a los taronjas y no les dejaba irse en el marcador, aúna así la ventaja visitante se iba ampliando poco a poco, fue un trabajo de hormiga de los de Perasovic y se fue limando la diferencia que traían de Valencia. Lishchuk se fajó para cerrar el rebote defensivo y para intimidar debajo de los aros y en ataque un triple de Markovic comenzó el despegue (31-37); Dubljevic pudo poner a los taronja al borde de los 10 de ventaja, pero erró; a partir de entonces el Valencia Basket entró en una dinámica de fallos que parecía que no quería estar en esa final de Bélgica: errores desde el tiro libre y fáciles debajo de la canasta les condenaban. Perasovic seguía leyendo el partido a las mil maravillas y los dos hombres altos que puso en cancha intimidaron tanto al Lokomotiv que comenzaron las dudas en el Basket Hall, algo que nunca había pasada hasta el momento. Se llegó 37-43 al final de tercer cuarto. Sólo quedan cuatro puntos para empatar el choque.

Para el definitivo último cuarto, Peras sacó a sus cuatro bajitos, quería movilidad y velocidad, además, de sacar todo su arsenal de tiro, gente no se arrugara, a la que no le temblara la mano y el primero en responder fue Rafa Martínez quien puso el 37-45. En Krasnodar empezaban a sudar, nadie pedía la pelota y veían que podían perder el partido. Las ventajas de seis y ocho puntos en el marcador a favor del Valencia Basket le hacía estar dentro de la eliminatoria. Pero el rebote defensivo taronja volvió a dar opciones al Lokomotiv, había segundas e incluso por momentos terceras jugadas, y los rusos anotaban puntos y vivían de las rentas. Pero en el minuto 35, Markovic igualó la eliminatoria 43-53, los diez puntos de ventaja ya eran historia y comenzaban un partido nuevo de cinco minutos por delante. El Valencia Basket se puso en zona 3/2 para obligar a tirar desde fuera y llego a tener un esperanzador 47-57 con una canasta de Ribas a poco menos de cuatro minutos del final, pero vino la inspiración divina y cayeron dos triples locales que dieron el suficiente aliento para vivir de ellos. Por su parte, los taronjas vivieron de la pareja Ribas-Dubljevic que en los últimos minutos hicieron 10 puntos seguidos entre ambos, mientras que los rusos se metían en la final anotando tiros de libres y cogiendo rebotes ofensivos. Faltó mayor acierto de Kelati, también ese balón que perdió fue clave, pero el orgullo taronja hizo que pese a morir en la orilla lo hicieran ganando en una cancha inexpugnable hasta hoy. Al final 63-68, se escapa la sexta final europea del Valencia Basket por un mal partido en La Fonteta.