Los triples de Jasaitis alejan al Valencia de la final europea

El Valencia tendrá que buscar no un milagro, pero sí un partido completísimo para alcanzar la final de la Eurocopa. El Lokomotiv Kuban le superó en casi todas las facetas del juego y tan solo un acertadísimo Doellman y una pájara de dos minutos de los de Krasnodar en el periodo final le permite seguir vivo, aunque moribundo. La mortaja se encargó de rematarla Jasaitis, que les acribilló sin piedad.

Una de las principales losas para el conjunto español estuvo en el rebote. Si Valencia pretende tumbar a un rival tan poderoso con sólo 18 rechaces, frente a 38, y con vías de escape bajo su propio aro, lo tiene complicado. Tan sólo Lishchuk alzaba un muro para evitar a duras penas las penetraciones de Brown y Maric, aunque el primero lo contrarrestaba con el tiro de cuatro metros. Los taronja se entonaron con el ritmo más elevado de San Miguel y con la mejoría de Dubljevic, pero 29 puntos encajados en sólo 10 minutos son demasiado para un equipo que aspira al título continental.

Si los interiores rusos creaban problemas, Jasaitis era un martillo pilón desde fuera. En el segundo periodo, el Valencia quiso sujetar el perímetro y, por dentro, hacer daño con la movilidad de Doellman o Dubljlevic. En el tercer cuarto se puso por delante por primera vez (48-47) tras robo y canasta del de Ohio, pero reapareció Jasaitis y las penetraciones de Kalnietis. El Lokomotiv volvía a estirar la goma (52-64) y los españoles sólo aguantaban con algún robo y canasta, pero no eran capaces de mantener cinco minutos la intensidad defensiva. Los locales se desquiciaban y una serie de dobles de Pietrus y Ribas, con malas elecciones de tiro, eran contestadas por lanzamientos largos de Brown o el propio Jasaitis. Los de Krasnodar se pusieron en +19 y ahí sucedió lo inesperado: que el Kuban perdiese el control. Dos robos de San Miguel y Lishchuk con enceste de Doellman les ponían a cuatro (87-91), pero Jasaitis, con dos triples, terminó de cortarles las alas.