El Uxue Bilbao roza su primera final de la Eurocopa tras ganar ayer en Kiev al Budivelnik . La vuelta tendrá lugar el próximo miércoles a las 20:00 horas en Miribilla, el pabellón talismán que jamás ha fallado a los guerreros de Katsikaris. Según lo visto en Kiev, un mundo separa a una franquicia ACB del flaco equipo ucraniano, un bloque a la vieja usanza: luce siete jugadores verdaderamente potables y si falla uno de sus norteamericanos, cojea los 40 minutos. La propuesta por parte de los dos semifinalistas era clara: un ritmo alto, revolucionado desde el salto inicial . Vasileiadis , tocado en el talón, salió en el ecuador del primer cuarto y agitó aún más la coctelera, primero con una canasta de dos y luego con un triple que puso por delante a los bilbaínos: 19-21 , a falta de ocho segundos para acabar el primer acto, la segunda ventaja visitante tras el 0-2. Abrió la lata desde fuera y equilibró el juego con Hamilton martilleando luego en la pintura . Los ucranianos estuvieron cómodos mientras les funcionó el uno contra uno. Estelar estuvo Delaney , muy acertado mientras pudo maniobrar con bote y espacio para penetrar o fabricarse tiros. El Bilbao apretó muy bien en defensa al otro líder del equipo, el norteamericano Lyons, que tuvo un defensor cerca en todo momento y desplegó un catálogo de impotencia. La corta rotación ucraniana se notó tras el descanso. Eso sí, los errores de los vizcaínos se castigaron en la otra canasta y el cuarto triple llevó a una amplia ventaja: 28-22 . La defensa zonal atascó un tanto la circulación de los hombres de negro. El Budivelnik vivió de su acierto en el triple (en el primer tiempo llevaba más tiros de tres que de dos). Lyons convirtió sus primeros puntos a falta de 2:19 para el intermedio. Mumbrú anotó un triple sobre la bocina para el 44-48 y puso sobre la pista de despegue a su equipo. El partido era muy ofensivo y cuando giró la tuerca atrás el equipo de ACB, se fue en el luminoso. A Raúl López le costaba contener a Delaney y tampoco se defendía con rabia el primer pase en ataque de los locales. Todo se ajustó en el tercer acto como un reloj, tras todo el tanteo previo. El Budivelnik acabó viviendo del rebote ofensivo y la renta creció sin freno. El Uxue Bilbao ha demostrado en los últimos tiempos (ante el Valladolid y Estu en Liga Endesa y frente al Ulm en la Eurocopa) que mastica los dos primeros cuartos y pisa el acelerador en los definitivos . Eso demuestra que hay equipo largo y que cada uno no sólo aporta algo sustancioso sino que sabe lo que tiene que dar en cada momento. Una canasta de dos de Zisis a 1:13 para el último cuarto puso la máxima diferencia: 57-71 . El Budivelnik se vio fuera de la final y apostó por hacer faltas. Según caían las últimas gotas de la primera entrega de semifinales, al Bilbao se le veía más agotado. Se paró, tal vez por el esfuerzo o por pensar en su renta y en la vuelta, y dejó de buscar el aro. Eso lo aprovecharon los pupilos de Bagatskis para abrir la puerta de la esperanza: 70-75 a falta de 5:55 para echar el telón . Pero Hamilton gobernó con mano firme esos instantes que llevaron a hacer más fresco el sueño de la final de Charleroi. Medio billete se sacó en la ventanilla de Kiev .