Rudy: "No lo estoy pasando bien; no debe volver a ocurrir"

Al día siguiente de ser agredido por un par de ultras exaltados cuando se aproximaba al autobús del Real Madrid en el Zalgirio Arena, Rudy Fernández, abatido, hizo una breve declaración tranquilizando a los aficionados sobre su estado físico: "Estoy bien, la cosa no ha ido a más. Quiero agradecer las muestras de apoyo de tanta gente por mensajes y redes sociales. Me han dado muchos ánimos en unos momentos en los que no lo estoy pasando muy bien".

El alero mallorquín quiso dejar claro que no hay que generalizar al hablar de los hinchas lituanos: "No se puede ensuciar de esta manera un deporte como el baloncesto. Estas cosas no pueden volver a suceder y por el comportamiento de dos personas no se tiene que pensar que toda la afición lituana es así. Durante el partido hubo tensión, pero el público me respetó, que es lo importante. Podía haber sido peor".

Rudy fue golpeado en la cabeza tras el partido entre el Zalgiris y el Madrid presuntamente por uno de los gemelos Maciai, Nauris, mientras su hermano, Normundas, atacaba a un miembro de seguridad del club blanco. La policía detuvo al primero en fuerte estado de embriaguez y poco después al otro, también borracho. Ambos pasaron la noche en comisaría, siendo puestos en libertad, con cargos de agresión y resistencia a la autoridad, a la mañana siguiente. Al ser preguntados por el suceso, se justificaron -sin verdaderos signos de arrepentimiento, según los periodistas lituanos- diciendo que lo sentían pero que tenían que "defender el honor de Lituania" tras escuchar como "alguien" les había llamado "comunistas".

Sanciones. La Euroliga ha abierto una investigación y el Madrid, que ya presentó su versión de los hechos, está preparando documentación para entregársela el lunes al juez disciplinario de la competición, quien podría dictar una resolución entre el jueves y el viernes de la próxima semana, una vez tenga el informe del Zalgiris y el de la policía de Kaunas.

El Madrid espera que haya sanciones ejemplares tanto para los agresores como para el Zalgiris, ya que hay malestar acerca de la actitud del club lituano, al entender que propició el ambiente hostil hacía Rudy, permitiendo el uso a tal efecto del videomarcador y las soflamas del speaker del pabellón.