Dwight Howard se erigió en la figura vital que necesitan Los Ángeles Lakers y lideró el esfuerzo colectivo californiano en el duelo de históricos frente a Boston Celtics para firmar una victoria (113-99) con dedicatoria a Jerry Buss, al que se le rindió tributo antes del encuentro.

Howard fue un muro en la zona con 24 puntos (10/13 en tiros) y 12 rebotes, mientras que Kobe Bryant registró 16 tantos y 7 asistencias. Por parte de Boston destacaron Paul Pierce (26 puntos) y Courtney Lee (20).

Los angelinos superan así a Portland en la clasificación de la Conferencia Oeste y se colocan a tres partidos de Houston Rockets, equipo que ostenta la octava plaza, la última que da acceso a disputar las eliminatorias por el título.

Antes del partido tuvo lugar un pequeño homenaje a Buss, el propietario de los Lakers fallecido el lunes a los 80 años. "Hemos perdimos al propietario más importante en la historia del deporte. Y fue aún mejor persona. Su visión trascendió el juego", dijo al público un emocionado Bryant desde el centro del campo.

Ese fue el colofón a un montaje de imágenes sobre la figura del "Doctor Buss", desde su niñez pasando por sus 10 títulos como dueño del club, mientras sonaba el tema "Good Riddance (Time of Your Life)", de Green Day.

Ambos equipos presentaron una firme declaración de intenciones desde el inicio, con el festival anotador de Pierce y el dominio absoluto de Howard en la zona. Los Lakers se beneficiaron de la tremenda energía creada en el pabellón minutos antes y dominaron el primer cuarto (36-27) gracias al acierto de Bryant y la ayuda desde el banquillo de Antawn Jamison.

Kevin Garnett, todo intensidad, se puso el mono de trabajo, absorbió el juego y atrajo la atención de la defensa angelina permitiendo puntos sencillos a jugadores como Courtney Lee y Jason Terry (53-48), pero el conjunto de Mike D''Antoni encontró energía extra en Earl Clark y Nash, hasta entonces desdibujados y sin apenas influencia en el juego.

Con 64-55 al descanso, Nash volvió a tomar las manijas del choque y con un alley-oop a Howard igualó la cifra mágica de Magic Johnson mientras los Lakers, haciendo gala de una buena distribución de balón, amenazaban con romper el choque (77-58) en medio de un mar de despropósitos de su rival.

La superioridad en el rebote por parte de los locales resultaba abrumadora y a pesar de los esfuerzos de los de Doc Rivers, especialmente de Pierce y Courtney Lee, tres tiros libres de Steve Blake dejaron el encuentro en 90-76 a falta de un periodo.

Fue precisamente Blake el que mantuvo el nivel de intensidad en la pista hasta el regreso de Howard (99-80) con nueve minutos por jugar, un periodo en el que la ventaja angelina superó los 20 puntos (104-82) y propició que Bryant apenas tuviera que saltar a pista después de que Rivers decidiera no contar con sus titulares en ese tramo final.